Comer es una actividad indispensable y sencilla de realizar; sin embargo, existen muchas características del proceso de alimentación que desconocemos y podrían transformar nuestras decisiones al momento de llevarnos comida a la boca.
Recientes estudios de nutrición asocian las horas del día con distintas formas que tiene el cuerpo humano para procesar nutrientes y, por tanto, con el tipo de alimentos que es preferible consumir en cada horario.
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El horario de las comidas es relevante para el metabolismo y la salud; ello porque las moléculas en tejidos como el hígado, los músculos y la grasa generan ritmos en el procesamiento de nutrientes y regulan el apetito, según la publicación “El ritmo de los nutrientes y la regulación metabólica”, elaborado por investigadores de la Universidad de Bath, en Reino Unido.
De acuerdo con esta información, el cuerpo humano tiene mayor facilidad para aprovechar la glucosa como fuente de energía por las mañanas; y de utilizar las grasas por las tardes y noches. En el caso de la proteínas, la noche es el momento en que el cuerpo degrada más estas moléculas mientras que en las horas de luz es cuando se realiza el proceso de síntesis de proteínas (o sea su aprovechamiento).
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Las mañanas son el mejor momento para consumir alimentos nutritivos con mayor contenido energético, especialmente carbohidratos, ya que nuestro organismo los procesará mejor que durante las noches. También son el mejor momento para realizar ejercicio porque el cuerpo quema entre 20 y 44 por ciento más calorías que en el resto de horarios, según datos del estudio.
Otro interesante ciclo en la forma de procesar los alimentos de los cuerpos humanos son los ciclos de hambre y saciedad que generan las hormonas. Se trata de ritmos independientes de la hora en que nos despertamos, el número de comidas que realizamos en un día y el contenido energético de dichas comidas.
A pesar de que el ciclo de la hormona Grelina indica lo contrario, las noches son el momento en el que tenemos mayor apetito. Según el estudio, a las 8:00 horas de la mañana sentimos menos hambre que a las 20:00 horas de la noche.
De acuerdo con las conclusiones del estudio del Centro de Nutrición, Ejercicio y Metabolismo de la Universidad de Bath, es importante que las recomendaciones nutricionales estén basadas en los horarios de procesamiento de los nutrientes, así como el enfoque convencional en la cantidad y la calidad de los nutrientes que comemos. Para saber cómo es más conveniente que ajustes tus actividades, consulta con especialistas de salud, quienes te darán la mejor orientación para tus objetivos y con el mayor bienestar y seguridad para ti.