El pollo frito empezó a ser popular en los Estados Unidos a partir de la década de 1950, aunque no toda la gente estaba familiarizada con las alitas, las cuales eran un desperdicio... tuvieron que pasar casi 15 años para que un restaurante les sacara provecho. Ahora hay varias cadenas especializadas y hasta se celebra el Día Internacional de las Alitas.
En los grandes eventos deportivos, como el Mundial de Qatar 2022, la gente consumirá alitas o 'boneless' en sus diferentes versiones, picantes, ácidas o dulces. Fue en Estados Unidos donde comenzó el negocio de las alitas y fue como parte de una medida desesperada para satisfacer a los clientes.
¿Cómo las alitas pasaron de ser un desperdicio a un manjar?
Todo comenzó en Buffalo, Nueva York, durante 1964: Dominic Bellissimo era propietario de un bar conocido como Anchor y un día invitó a varios amigos tras finalizar las ventas, aunque no tenía nada que ofrecerles como botana, por lo que la madre del sujeto -Teresa Bellissimo- agarró unas alitas de pollo, las metió a la freidora y les echó salsa.
Esta receta empezó a tener un gran éxito en Buffalo y de ahí comenzó su expansión por todos los Estados Unidos. Cadenas como Hooters y Wingstop empezaron a dominar el negocio de las alitas, a estas se les unieron otras como Wings Army; además de que empezaron a ser un snack popular en los eventos deportivos de la Unión Americana.
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En México, las cadenas de alitas empezaron a ser populares a partir de la década de los 90 y surgieron compañías locales como Las Alitas. Ahora es bastante común comer alitas barbecue, buffalo o de alguna otra variedad con un buen tarro de cerveza, así como los dips necesarios para acompañarlas.
¿Cuántas alitas se comen en el mundo?
Aunque no hay una estimación precisa de cuántas alitas se comen en todo el mundo, para darse una idea, tan sólo en un evento deportivo como el Super Bowl 2021, los estadounidenses llegan a consumir mil 400 millones de piezas, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional del Pollo; cinco años antes habían sido mil 300 millones.
Una de las ventajas de comer alitas es que aportan una gran cantidad de nutrientes y vitaminas como la B -que ayudan a abosrber energía de los alimentos-, pero sus desventajas son las grasas saturadas y productos químicos que se le inyectan a los pollos para acelerar su crecimiento, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).