A muchos de nosotros, cuando éramos niños, nuestros padres nos llegaron a prohibir nadar en la alberca o la playa después de comer. ¡Se te van a reventar las tripas!, ¡Te vas a ahogar!, muchas fueron las razones que nos dieron, pero ¿esto es un mito o una realidad?
Al comer la sangre disponible en el cuerpo se va al estomago para el proceso de digestión, por lo que se cree que el resto de nuestro cuerpo no tendría el suficiente flujo sanguíneo, lo que te provocaría calambres y por lo tanto te podrías ahogar.
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Esto no es del todo cierto, pues nuestro cuerpo cuenta con la suficiente sangre para el funcionamiento de todo nuestro cuerpo luego de comer.
Sin embargo, sí te puede llegar a dar un dolor abdominal o calambre al hacer ejercicio luego de comer.
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"Se han presentado varias teorías para explicar el mecanismo responsable del dolor, entre ellas la isquemia del diafragma; tensión en los ligamentos viscerales de apoyo que unen los órganos abdominales al diafragma; isquemia o distensión gastrointestinal; calambres de la musculatura abdominal; dolor isquémico resultante de la compresión de la arteria celíaca por el ligamento arqueado medio; agravamiento de los nervios espinales; e irritación del peritoneo parietal", de acuerdo con un estudio publicado por National Center for Biotechnology Information.
Agrega que las estrategias de prevención comúnmente incluyen evitar grandes volúmenes de alimentos y bebidas durante al menos 2 horas antes del ejercicio.
Nadar con el estómago lleno también puede causar acidez estomacal o vómito y si comienzas a vomitar mientras estás nadando, probablemente aumente el riesgo de ahogamiento.
Ningún caso de ahogamiento causado por nadar con el estómago lleno se ha documentado alguna vez, de acuerdo con Western New York Urology Associates. Pero si acabas de comer abundantemente, nadar no te ayudará a asentar el estómago lleno. Así que ya sabes si puedes nadar después de comer estas vacaciones de verano 2022.