Los retoques estéticos que no requieren una cirugía han ganado popularidad en todo el mundo, debido a que las personas pueden ver los cambios que desean, sin la necesidad de ingresar a un quirofano para ello.
En general, los retoques se realizan para frenar los efectos visibles del envejecimiento, para conseguir un cambio de imagen, recuperar la vitalidad del rostro, entre otras cosas.
Entre los retoques estéticos sin cirugía más demandados por las personas jóvenes, entre 20 y 35 años de edad, están el botox, el baby botox y el ácido hialurónico.
Te podría interesar
El ácido hialurónico, según la secretaria general de Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP), la doctora Margarita Rodríguez de Azero, es una sustancia que está presente en el cuerpo de forma habitual, sin embargo, se va perdiendo y se refleja con la aparición de arrugas.
Se puede aportar de forma externa con inyecciones en el rostro, lo que permite hidratar la piel y eliminar las arrugas de una manera sencilla.
Por su parte, el bótox se define como una sustancia que actúa de forma selectiva en los músculos responsables de los gestos que determinan la aparición de arrugas.
La eliminación de dichas arrugas provocadas por la gesticulación se produce por la inmovilización y relajación de determinados músculos faciales, permite revitalizar y rejuvenecer, eliminando las arrugas y dejando la piel más tersa. Además, ayuda con problemas de sudoración excesiva en diferentes partes del cuerpo.
Por último, el baby botox se basa en aplicar la toxina en dosis muy bajas, inyectándola en los músculos donde en un futuro se pueden generar marcas de expresión o arrugas.
La recomendación de los expertos es que, los interesados en hacerse uno de estos retoques estéticos, lo hagan según la edad que tengan, pues siempre irá de la mano con la evaluación y el diagnóstico de un médico.