Este 21 de julio se celebra el Día Mundial del Perro, una fecha dedicada para festejar a esos peludos por su lealtad e incondicionalidad que le brindan al ser humano, por lo que ha surgido la pregunta si es cierto que los lomitos se parecen a sus dueños.
Bueno pues existen varios estudios que han demostrado que efectivamente los cuadrúpedos tienen características físicas parecidas a las de sus amos.
¿La razón? Es algo muy simple y es que son los propios dueños quienes tienden a elegir perros que comparten ciertas cualidades físicas, de maneras tanto obvias como sutiles, es decir, los humanos se sienten atraídos por las mascotas cuando éstas nos recuerdan a nosotros mismos.
El psicólogo Michael Roy de la Universidad de California en San Diego llegó a la conclusión de que las mujeres con cabello largo tienen más probabilidades de elegir perros con orejas largas y caídas, mientras que las personas con sobrepeso prefieren tener perros de razas robustas.
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Sin embargo, también hay características más sutiles como en las formas o el color de los ojos que comparten el perro y la persona.
¿Nuestra alma gemela?
Los estudios no sólo han encontrado similitudes físicas entre el cuadrúpedo y su dueño, pues también han afirmado que las mascotas y sus amos suelen tener personalidades similares.
William J.Chopik, psicólogo social de la Michigan State University, y autor principal de una investigación en la que participaron los dueños de mil 681 perros, encontró que ambos comparten rasgos de personalidad.
De acuerdo con el especialista, una persona agradable tiene probabilidades de tener un perro activo e inquieto, así como menos agresivo, caso contrario a un dueño malhumorado o que se la vive en un estrés constante.
Asimismo, se descubrió que los dueños responsables y con mayor dedicación a sus mascotas consideraron que sus perros son más receptivos al adiestramiento. En tanto que los amos con inestabilidades emocionales calificaron a su lomitos como más temerosos.
Por su parte en entrevista con Radio Fórmula, la grafóloga Maryfer Centeno, afirmó que entre los amos y sus perros se va creando un “efecto espejo” en el que los animales comienzan a imitar a sus humanos en varios de sus comportamientos.
“Tal parece que el perrito se va mimetizando con nosotros y se va convirtiendo en este compañero espejo, de hábitos, de forma de comer, hábitos de sueño”, explicó.
Según pudo concluir la experta tres cosas que hacen que un perro se parezca a su dueño son: la mirada, las expresiones faciales y la personalidad.
Otros estudios similares que se han enfocado en personas allegadas a los perros como amigos, paseadores, vecinos o conocidos, calificaron que la personalidad del animal es la misma que la del dueño de la mascota.
"Solemos elegir aquellos perros que van bien con nosotros. Luego, vamos determinando el comportamiento de nuestra mascota, ya sea a través de un adiestramiento consciente o simplemente con nuestras interacciones diarias, y ellos cambian a medida que nosotros cambiamos. Los cambios que hagamos en nuestro estilo de vida, también afectarán la rutina de nuestro perro", explicó Chopik.