Si quieres lograr un equilibrio de energía en tu hogar, seguir la técnica del Feng Shui podría ser uno de los mejores mecanismos para lograrlo, y es el baño uno de los rincones más importantes, aunque muy pocos tomados en cuenta para conseguir esa armonía.
Es importante mencionar que dicha técnica es un antiguo sistema filosófico de origen chino basado en la ocupación consciente y armónica del espacio.
Con ello, se busca el equilibrio de la energía vital de una persona, a través de la distribución, la decoración y la orientación de los espacios donde se desarrollan las actividades cotidianas, como lo pueden ser el hogar, el lugar de trabajo u ocio.
Feng Shui en el baño
Todos los espacios del hogar son importantes para mantener el equilibrio y la armonía; sin embargo, el baño es donde se presenta una mayor fuga energética, por ello, existen varios elementos que debes tomar en cuenta para evitarlo.
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Una de las interrogantes más frecuentes es si ¿la tapa del baño debe ir arriba o bajo? Pues aunque a simple vista parece algo irrelevante, la realidad es que aporta mucho más valor del que puedas imaginarte.
Según la teoría del Feng Shui, la tapa del retrete siempre debe ir a bajo, puesto que este lugar es un punto importante de fuga de energía y de dinero.
Si quieres lograr un equilibrio completo y no perder la armonía que ya has conseguido en el resto de tu hogar, una de las claves más relevantes es mantener la tapa del baño abajo, al igual que las puertas cerradas y tapar los desagües.
Otros elementos que debes tomar en cuenta y aplicar en tu baño para lograr abastecer tu casa de energía son:
- Madera. El Feng Shui establece que todos los espacios deben tener un equilibrio de los cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua. Al predominar el vital líquido en el baño, habrá que compensarlo con madera.
- Luz. Es uno de los elementos imprescindibles, de preferencia debe ser luz natural, pero si no se cuenta con ventanas, entonces debes hacer uso de una lámpara decorativa o una vela.
- Colores. Se deben evitar los colores oscuros como el negro, gris, azul, plata o el acero, ya que impiden el paso de la luz natural. En su lugar, utiliza tonos claros como el blanco, beige, tierra o verde claro.
- Plantas. Las plantas no deben faltar en ningún rincón de la casa, ya que es elemento tierra que necesitamos para el equilibrio de energía.