Uno de los dulces preferidos de muchos en nuestra infancia fueron las famosas minigelatinas, ¿las recuerdas?, nos referimos a esas pequeñas golosinas en forma de cápsulas que tenían trocitos de fruta en su interior, pero ¿qué fue de ellas?
Anteriormente en cualquier tiendita de la esquina era posible encontrarlas y se vendían entre 50 centavos y un peso; sin embargo, poco a poco fueron desapareciendo no sólo en México, sino en otros países donde se comercializaban.
Las minigelatinas era posible encontrarlas en establecimientos de todo el territorio nacional, en Estados Unidos, en países de Latinoamérica y hasta en Europa… hasta que fueron prohibidas.
¿Qué pasó con las minigelatinas?
Sí, la razón que llevó a estos pequeños dulces a prácticamente extinguirse del mercado fue que varios países prohibieron su fabricación, importación y comercialización pues conllevaban varios riesgos para la salud de los niños.
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Entre los problemas más recurrentes que los estudios encontraron en torno a este producto es que puede ocasionar riesgos de asfixia, daños neurológicos e incluso la muerte de los menores de edad.
Los peligros no están relacionados con las materias primas con la que están fabricadas, sino por su presentación y composición, y es que su pequeño envase, el empaque y la forma de consumo cobraron la vida de varios niños.
Estas minigelatinas eran presentadas en forma de dedal o ‘bala’, de aproximadamente 27 milímetros de diámetro por aproximadamente 30 milímetros de altura. Su textura resbaladiza, recubierta con un lubricante, ayuda a que se deslice por la lengua hacia la garganta.
Su consistencia era firme y no se disolvía fácilmente en la boca, tenían partículas de fruta semisólidas que, una vez atoradas en la garganta, tienden a expandirse. Esto causó la muerte de varios menores y afectaciones a la salud, pues al asfixiarse se generaron complicaciones en su cerebro.
Actualmente es posible encontrar las minigelatinas en algunos puntos de México; sin embargo, su comercialización es cada vez menos frecuente por los riesgos que trae su consumo.