Los alimentos y bebidas procesados, comúnmente conocidos como comida chatarra, son las alternativas más accesibles y abundantes para la alimentación cotidiana de los citadinos. Su disponibilidad y bajo costo pueden sacar de un apuro a cualquiera, sin embargo, su consumo tiene graves consecuencias sobre la salud.
Se trata de refrescos, jugos, botanas saladas, dulces, postres, cereales azucarados, panes, carnes frías, lácteos saborizados y todo tipo de golosinas que han saturado los mercados y suplantado la idea de qué es y qué no es un alimento apetecible y nutritivo.
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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta de comida chatarra aumenta significativamente el riesgo de padecer sobrepeso, obesidad, cáncer, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, padecimientos que deterioran las condiciones de vida y pueden agravar enfermedades pasajeras, como demostró la reciente pandemia de COVID-19.
- Sobrepeso y obesidad: El 75.2 por ciento de los adultos mexicanos vive con sobrepeso u obesidad, así como el 3.5 por ciento de los niños y el 38.4 por ciento de los adolescentes. No es coincidencia que el país tenga el récord de ventas de comida chatarra más alto en toda América Latina, según refiere la Organización Panamericana de la Salud .
- Diabetes tipo 2: El riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 es de entre 44 y 65 por ciento mayor entre quienes consumen comida chatarra que entre quienes no lo hacen o lo hacen de forma moderada, refiere un estudio de la Universidad de Carolina del Norte.
- Enfermedades cardiovasculares: Cada porción diaria de productos ultraprocesados está asociada con un aumento del 7 por ciento de riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, 9 por ciento de tener una enfermedad coronaria, y con un aumento del 9 por ciento en el riesgo de mortalidad, revele un estudio publicado en la Revista del Colegio Americano de Cardiología.
- Cáncer: Con cada aumento de 10 por ciento en el consumo de alimentos ultraprocesados, también aumenta en 10 por ciento el riesgo de padecer cáncer en general y cáncer de mama en particular, aseguró el estudio NutriNet-Santé conducido en Francia.
En México, el mercado de alimentos procesados es dominado por un puñado de empresas poderosas: 4 empresas poseen el 96 por ciento del mercado de bebidas azucaradas y el 86.4 por ciento del mercado de botanas dulces y saladas, refiere la Alianza por la Salud Alimentaria.
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El problema que produce esta concentración de poder económico es la capacidad política que adquieren las empresas productoras de comida chatarra, según refiere la Alianza por la Salud Alimentaria, para detener las iniciativas de ley que pretenden mejorar la alimentación y salud de los mexicanos.