La sandía es una de las frutas favoritas de muchas personas; sin embargo, es consumida con moderación pues detrás de ella se esconden múltiples mitos sobre los peligros de su consumo, uno de los más repetitivos es que es perjudicial si se come de noche, pero ¿esto es verdad?
Seguramente has escuchado a familiares, amigos o conocidos alertarte de que comer sandía durante la cena o por las noches puede hacerte daño y ocasionar indigestión; sin embargo, esta deliciosa fruta es más benéfica que perjudicial.
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El mito de que hace daño comerla de noche es totalmente falso, puedes comer todo tipo de fruta a cualquier hora del día, lo que sí es importante mencionar es que no se deben ingerir en exceso.
De acuerdo con la experta en nutrición Fernanda Alvarado, el consumo de sandía por las noches no provoca algún malestar estomacal como se tiene la creencia. Lo que ocurre es que los niveles de azúcar que esta fruta aporta resultan inconvenientes si se ingiere de noche, ya que es de los alimentos con índice glucémico más alto.
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Es decir, al consumirla, se elevará el nivel de azúcar en la sangre, y esto podría resultar perjudicial por la noche, debido a la falta de actividad que tenemos mientras dormimos.
Es por ello, que se recomienda comerla por las mañanas o en la tarde antes de una rutina de ejercicio.
Durante la noche nuestro cuerpo segrega hormonas opuestas a la insulina, con el objetivo de regular la cantidad de glucosa en la sangre; sin embargo, la resistencia entre ambos tipos de hormonas provocará que se eleven; los picos altos de insulina a la larga tienen consecuencias como aumento de peso, riesgo de padecer diabetes, obesidad y mermar horas de sueño.
Aportes de la sandía a nuestro cuerpo
Una vez aclarado el mito detrás del consumo de sandía en la noche, debes saber que dicha fruta aporta el 20 por ciento de la ingesta diaria de vitamina C recomendada, así como el 20 por ciento de vitamina A.
Además, es rica en carotenoides que se transforman en vitamina A. También contiene magnesio potasio y vitaminas del complejo B, aunque estos en cantidades menores.
Entre las propiedades benéficas para el organismo se encuentran:
- Combate los trastornos renales.
- Reduce los signos de envejecimiento.
- Regula la presión arterial.
- Posee propiedades anticancerígenas.
- Cuida la salud del corazón.
- Hidrata.
- Cuenta con aminoácidos como la citrulina que favorecen la circulación sanguínea.
- Es baja en grasa, y supone un gran aliado para las dietas de adelgazamiento.
- Es diurética, lo que favorece la salud de los riñones.