Cuando usamos una servilleta de papel nos puede llegar a la mente, "debo de tirarla en lo orgánico ya que el papel viene de los árboles", pero ¿realmente es algo compostable?
De acuerdo con la Unidad de Apoyo para el Aprendizaje (UAPA), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cada desecho está catalogado según su fuente de origen.
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Se definen en residuos domiciliarios, municipales, sólidos industriales, hospitalarios (biológicos infecciosos) y de la construcción, por lo pronto solo abordaremos los residuos domiciliarios.
Estos se dividen en dos; orgánicos e inorgánicos. Los orgánicos están compuestos por materia viva, los cuales se descomponen y pueden volver a la tierra formando parte del ciclo natural. Si no son tratados debidamente, pueden producir agentes infecciosos y plagas, afectando seriamente al ecosistema.
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Los que son compuestos inorgánicos vienen de procesos industriales y sus características principales son que requieren un largo tiempo para desintegrarse, o, la mayoría de las veces, no se descomponen.
Dependiendo el fabricante será la composición de las servilletas, pero entre ellas podemos encontrar: pulpa de madera, viscosa, blanqueadores, fragancias, suavizantes y en algunos casos repelentes de agua, de acuerdo con el Resumen de Comercio Industrial (USITC, por sus siglas en inglés).
Por lo que la UAPA denomina a las servilletas de papel como materiales reciclables orgánicos, y recomienda categorizar adecuadamente cada desecho.
El reciclaje óptimo comprende de tres puntos ecológicos adecuados; lo compostable (lo 100 por ciento de origen natural), los materiales orgánicos reciclables (el papel y el cartón) y los materiales reciclables de manejo industrial (plásticos, vidrios y metales).
En conclusión, las servilletas van en lo inorgánico, pero recomendamos tener un manejo más consciente de los desechos y la separación de los residuos de una manera óptima en favor del medio ambiente.