Desde hace algunos años la sal rosa del Himalaya ha tomado popularidad en los supermercados y tiendas de servicio por sus presuntos beneficios a la salud, pero ¿realmente es más saludable que la sal común? Te contamos.
Lo primero que debes saber es que la sal del Himalaya no se obtiene del la famosa cordillera asiática, sino de la mina de sal Khewra Salt en la zona montañosa del Punjab, en Pakistán, principalmente.
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Su distintivo color rosa la hace más llamativa que la sal común, pero este se debe, en realidad, al óxido de hierro y a sus muchas impurezas por lo que puede ir de un tono rosa a otro más brillante, que le da un color y sabor distinto a los platillos.
Aunque se dice que es más saludable que la sal común, debido a que su porción de sodio es menor; lo cierto es que esta diferencia es mínima.
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El 98 por ciento de la sal del Himalaya es cloruro de sodio, mientras que en la sal común este es del 99 por ciento, la diferencia es de apenas un gramo de cloruro de sodio (cuya fórmula química es ClNa), que contiene 400 miligramos (mg) de sodio y 600 mg de cloruro.
De acuerdo con un estudio comparativo elaborado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, si en un cuarto de cucharadita de sal común de mesa se encuentran 581 mg de cloruro sodio, en la misma cantidad de la del Himalaya sólo hay 388 mg.
También se dice que es rica en minerales como el potasio, magnesio y calcio, recomendadas por profesionales, pero estos se encuentran en una cantidad tan mínima que no tienen ninguna incidencia para el buen funcionamiento del organismo.
Además se le atribuyen propiedades curativas y de conservación, como la de contribuir al mantenimiento del equilibrio de fluidos en el organismo, el buen funcionamiento de la musculatura o para subir la tensión sanguínea baja, pero lo cierto es que estas funciones también las tiene las sales del resto del mundo.
La sal del Himalaya no es más saludable que la común, pero lo cierto es que sus usuarios aseguran que se necesita menos cantidad de ella para conseguir la misma intensidad de salado, lo que permitiría consumir menos sal.
A la par, es más natural que buena parte de las que se venden refinadas y a las que se incorporan diversos agentes para prevenir que se humedezcan y se apelmace.
En resumen, el precio es la principal diferencia entre la sal del Himalaya y la sal común.