Una de las prácticas más comunes antes de cepillarte los dientes es mojar las cerdas o la pasta dental con la idea de que estamos ayudando a mejorar el funcionamiento del cepillo, pero ¿sabías que este hábito es incorrecto?
Y es que aunque pienses que el crear espuma ayudará a dar una mejor limpieza a tus dientes, te equivocas, pues lo único que estarás ocasionando es restarle eficacia a la pasta dental.
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De acuerdo con la Clínica Dental Pilar Rico, el mojar tu cepillo de dientes antes del cepillado lo único que hará es elevar el nivel de humedad del mismo y aumentar la creación de espuma, lo que ocasionará que se reste eficacia a nuestro objetivo, ya que el cepillo no puede arrastrar con la debida fuerza la suciedad que dejan los alimentos.
Además, las pastas de dientes están fabricadas con flúor, agua y minerales, mismos que funcionan como agentes abrasivos porosos que limpian los dientes.
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Por ello, al mojar la pasta, no se pierden las propiedades, sino que se vuelve menos adherente, y por lo tanto, tiene menor contacto con los dientes.
Para que lo comprendas mejor, si mojas la pasta, ésta se volverá aún más blanda y a los minerales porosos les costará más trabajo hacer su trabajo en nuestra boca.
Lo mismo ocurre con las cerdas, las cuales, al mojarse no cumplen con su función de retirar los restos de comida, ya que pierden su rigidez, por lo que en lugar de quitar la suciedad, sólo la embarra.
De esta forma se sugiere cepillar los dientes en seco, sin humedecer las cerdas o la pasta, pues ambos utensilios cumplirán con su función adecuada en nuestros dientes.
Lo único que sí se recomienda hacer es que antes de cepillar los dientes, se enjuague la boca con agua, pues de esta forma podrás retirar los grandes restos de comida que pudieran quedar entre los dientes.