El refresco y las bebidas embriagantes son de lo que más consume la gente en México. Los dos líquidos son dañinos para la salud, sobre todo si los combinas; pero, si quieres saber cuál es más perjudicial, esta es la respuesta que necesitas.
Es de recalcar que cualquiera de las dos sustancias en exceso, traerá problemas físicos para cualquier consumidor. Por ello, se recomienda tomarlas con moderación.
Y es que, en realidad, las dos causan casi las mismas afecciones, así que si nos preguntas cuál elegiríamos, quizá lo dejaríamos a tu consideración. Pero, te presentamos cuáles son los daños que causa cada bebida, para que juzgues por ti mismo.
Daños del azúcar del refresco a la salud
Beber refresco es un boleto seguro a consumir altos niveles de azúcar. Aunque el problema no es tanto ese, sino que son azúcares agregados que en el futuro podrían convertirse en “veneno” para el cuerpo.
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La diferencia entre el azúcar normal y el agregado es, por ejemplo, la que encontramos en las frutas y la que encontramos en las bebidas. Las de los alimentos naturales aportan vitaminas y minerales; mientras que las otras, no, de acuerdo con información de la Escuela de Medicina de Harvard.
En ese sentido, las enfermedades que se podrían generar son: caries, hipertensión y enfermedades hepáticas como la esteatohepatitis.
Daños del alcohol a la salud
Por otro lado, están las bebidas alcohólicas, cuya fama es un poco peor a la de los refrescos. Esto es lo que provoca consumir alcohol en exageración: desnutrición, anemia, daño en el corazón, hígado, estómago y sistema nervioso; también se asocia con gastritis o úlceras, cáncer, cirrosis o hipertensión.
Lo que tienen en común ambas bebidas, es que pueden generar enfermedades similares. Si bien la creencia de algunos es que el azúcar solo es capaz de ocasionar diabetes o algo parecido, la realidad es que también suele ocasionar afecciones parecidas a las de una persona alcohólica.
La Universidad de California señala que ahora el hígado graso y la esteatohepatitis se dan también en gente que no consume alcohol en el futuro, esta enfermedad podría evolucionar a cirrosis hepática.