Una de las tradiciones más utilizadas alrededor del mundo para terminar bien el año, es comer 12 uvas con las primeras doce campanadas mientras pides deseos para el Año Nuevo.
Muchas personas creen y otras no tanto, sin embargo, es una práctica que se realiza desde hace bastante tiempo.
A pesar de eso, muy poco se sabe de cómo es que surgió esta tradición, ya que unos dicen que se empezó en los años 1800 y otro en los 1900 y por razones totalmente distintas.
Una de las teorías es que fue una burla a los burgueses españoles, mientras que la otra dice que fue gracias a la gran cosecha de uvas que tuvieron en ese año, teniéndolas que dar a un muy buen precio y llamándolas así ‘uvas de la suerte’.
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A pesar de ello, comer las 12 uvas a media noche es algo característico de la temporada de Año Nuevo, por lo cual se seguirá pasando de generación en generación.
¿Es una costumbre de clase alta?
Según la teoría que indica que esta tradición inició en 1880, sí; una de las características principales es que cuando se acercaba el fin de un año, la clase alta española comía uvas y champagne mientras esperaban el comienzo de un nuevo año.
A esto, muchos madrileños que no pertenecían a esa clase empezaron a copiarles, pero en forma irónica o de burla, yéndose a la Puerta del Sol y comer estas frutas mientras escuchaban las primeras campanadas que significaban la llegada de un nuevo ciclo.
Así que sí, una de las teorías acerca del origen de esta tradición apunta a que fue empleada por primera vez por gente de clase alta, pero con el paso del tiempo fue modificándose hasta el punto de emplearlo en diferentes regiones del mundo y por todas las clases sociales.