Desde hace algunos años se ha normalizado el uso de focos ahorradores y los LED, los cuales proyectan una luz blanca; las bombillas antiguas solían tener un tono amarillo o ámbar. De acuerdo con diferentes estudios, la exposición a la luz artificial puede ocasionar desde problemas de sueño hasta daños en la salud visual.
Aunque ambos emiten una luz blanca, los focos ahorradores y los LED no son lo mismo, ya que estas últimas duran hasta ocho o nueve veces más. Sin embargo, organizaciones como el Comité Científico de la Comisión Europea advierten sobre los riesgos que se corren al usar este tipo de bombillas eléctricas.
¿Los focos ahorradores y LED pueden dañar tu salud?
De acuerdo con el Comité Científico de la Comisión Europea, las lámparas fluorescentes compactas (CFL, por sus siglas en inglés) "a poca distancia puede exponer a los usuarios a niveles de UV próximos a los límites establecidos para proteger a los trabajadores a lesiones cutáneas y oculares", apunta dicha organización.
Una sobrexposición a los rayos UV puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel, así como dañar moléculas presentes en las células cutáneas y oculares. Sin embargo, el mismo Comité Científico remarca los siguiente: "NO existen pruebas de que una exposición breve a las lámparas utilizadas habitualmente en oficinas o en el domicilio provoque daños oculares".
Te podría interesar
Otra ventaja que tienen los focos modernos es que casi no presentan 'parpadeo', efecto que puede causar problemas en personas fotosensibles como aquellas que padecen epilepsia y autismo, "los efectos a la exposición breve a rayos UV procedentes de luz artificial son insignificantes", anuncia la Unión Europea.
¿Y qué tan dañina es la luz azul?
Sobre la luz azul, existente en pantallas de computadoras, televisores y otros dispositivos electrónicos, SÍ produce efectos en la salud de las personas, de acuerdo con la Agencia Francesa de Alimentos, Seguridad y Salud Ocupacional (ANSES), así como del Comité Científico de la Comisión Europea.
Entre los efectos que causa la luz azul se encuentran: afectar al sueño, modificar los ritmos hormonales y hasta dañar la retina de las personas, de acuerdo con la ANSES. Mientras que el Comité Científico asegura que "no hay pruebas consistentes de que la exposición prolongada a la luz azul a menor intensidad provoque lesiones en la retina".
La ANSES también emitió su postura acerca de la luz blanca 'cálida', que suele existir en los hogares, y aseguró que tiene riesgos de fototoxicidad débiles, similar a la iluminación natural (del Sol). Una de las principales sugerencias es reducir el tiempo que se pasa frente a dispositivos que emiten luz azul.