Uno de los problemas de salud que más afecta a los mexicanos es la gastritis, pues se tiene un estimado de que entre el 50 y el 70 por ciento de la población enfrenta este padecimiento, pero sabes ¿cuáles son sus síntomas y cómo tratarla? Te decimos.
Bueno pues la gastritis es un término general para hablar de un grupo de enfermedades o trastornos caracterizados por la inflamación del revestimiento del estómago.
De acuerdo con el sitio Mayo Clinic, las causas más frecuentes que pueden provocar el revestimiento del estómago son: el uso frecuente de algunos fármacos como el ácido acetilsalicílico, el naproxeno o el ibuprofeno; edad avanzada; infección en el estómago con la bacteria Helicobacter pylori; consumo excesivo de alcohol; la frecuente ingesta de alimentos picantes; fumar; estrés excesivo, entre otros.
¿Cuáles son los síntomas de la gastritis?
Es importante mencionar que en la mayoría de las ocasiones esta patología no presenta síntomas; sin embargo, es posible que la gastritis aparezca de manera repentina (gastritis aguda) o lentamente con el tiempo (gastritis crónica).
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Las personas que enfrenten esta enfermedad pueden experimentar los siguientes síntomas:
- Ardor de estómago.
- Dolor abdominal.
- Náuseas y vómitos.
- Acidez estomacal.
- Aerofagia.
- Sensación de saciedad.
- Heces de color negro.
- Vómitos con sangre.
En algunos casos, la gastritis puede producir úlceras y por lo tanto, existe un mayor riesgo de sufrir cáncer de estómago. No obstante, la mayoría de las veces, el padecimiento no es grave y mejora rápidamente con el tratamiento adecuado.
¿Cómo se trata la gastritis?
Si sospechas que tienes gastritis deberás acudir a un médico, quien te solicitará una serie de estudios para corroborar o descartar que enfrentas dicho padecimiento.
El tratamiento que recibirá una persona con este padecimiento será diferente a cada caso, ya que se elabora en función de la causa directa de la gastritis.
No obstante, normalmente los médicos incluyen el tratamiento la ingesta de antibióticos y antiácidos, los primeros ayudan a combatir la bacteria Helicobacter pylori, mientras que los segundos bloquean la producción de ácido, y ayudan al tejido dañado a sanar.
También se puede prevenir la gastritis evitando el uso prolongado de ciertos medicamentos, reduciendo la ingesta de alcohol y de comidas que puedan irritar el revestimiento estomacal.