Algunos de los platillos que ingerimos todos los días nos parecen tan cotidianos que ignoramos su historia. Disfrutar de un chocolate es así. Hay diferentes variedades y, por su sabor, se ha extendido a todo el mundo. También se encuentra mucho de México y de sus tradiciones en esta bebida, que incluso tuvo una época como moneda y que también fue prohibida.
¿Qué significa la palabra chocolate?
El chocolate es de origen prehispánico y la bebida está hecha a base de cacao disuelto. Hay diversas versiones sobre de dónde salió la palabra chocolate, pero la más representativa es la que menciona que proviene del náhuatl xoco, que significa amargo, y atl, agua.
El nombre no aparece en ningún texto hasta en 1570, cuando Francisco Hernández viajó a América para escribir sobre Nueva España. Ahí mencionó entre su evidencia a la palabra chocóllatl.
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Cacao viene del náhuatl cacahoatl, que quiere decir jugo amargo. En tanto que chocóllatl es del maya chocol, que se traduce como agua caliente.
De acuerdo con algunas teorías, el consumo del chocolate se remonta a los olmecas; en tanto que los mayas lo ampliaron. Los aztecas, por su parte, llamaron al cacao cacahuatl. Este alimento incluso se usaba como moneda y para consumo de los nobles. Cuando llegaron los españoles también habrían quedado fascinados, por eso se dice que los europeos de América igual lo utilizaban como dinero.
Este brebaje fue prohibido en algún momento por el religioso franciscano Bernardino Salazar, pero el paladar de la las personas ignoró su decreto, según Food and Travel.
¿Cuál era la receta original del chocolate?
En aquel entonces, para preparar chocolate se molían las habas de cacao hasta reducirlas en polvo y se añadían semillas o maíz. De esta manera, el resultante se mezclaba con agua fría y se movía hasta que subiera la espuma, de acuerdo con una recopilación de National Geographic.
El resultado de la combinación anterior era una bebida energética, oscura y espesa a la que llamaban "tchocolatl".
Con el tiempo, el chocolate conquistó a España y también al resto del mundo hasta tener las variedades que conocemos.