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Día de Muertos: Mictlán y Xibalbá, así era el inframundo para mexicas y mayas

“Han terminado tus penas, vete, pues, a dormir tu sueño mortal”, son las palabras con las que las almas son bienvenidas por los dioses del Mictlán al llegar al lugar en el que pasarán la eternidad después de morir.

Los mexicas y mayas tenían visiones similares del inframundoCréditos: Rocío Martínez / Radio Fórmula
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¿Qué hay después de la muerte? Es una pregunta que se han hecho los seres humanos desde tiempos ancestrales y para la que las culturas prehispánicas tenían su propia explicación, como los mexicas con el Mictlán o los mayas y el Xibalbá.

La celebración de Día de Muertos es una tradición que refleja la forma en la que las y los mexicanos se relacionan con la muerte, misma que era vista por civilizaciones mesoamericanas no como el fin, sino como un ciclo más de la existencia.

La información contenida en códices y textos de frailes que llegaron a América con los colonizadores españoles son la fuente que permitió conocer la visión de algunas culturas prehispánicas respecto a la vida después de la muerte.

El Mictlán de los mexicas y el Xibalbá de los mayas son un ejemplo de la concepción del inframundo que tenían las primeras civilizaciones que habitaron en México.

El viaje de las almas al Mictlán mexica

El Mictlán, que en náhuatl significa ‘lugar de los muertos’ (mikki, muerto; -tlan, lugar de) es el sitio al que –de acuerdo con la cultura Mexica- iban las almas de las personas que morían para encontrar el eterno descanso, aunque llegar a él no es una tarea sencilla.

De acuerdo con la creencia de los mexicas, luego de fallecer el alma de una persona tarda cuatro años en completar el viaje para llegar hasta el sitio que será su última morada, durante el cual deberá atravesar difíciles pruebas.

Los nueve niveles del Mictlán 

Estos son los 9 niveles que debe atravesar un alma para llegar al Mictlán:

  1. El Itzcuintlan (Lugar en el que habita el perro): En este lugar corre un caudaloso río llamado Chiconahuapan que sólo se puede atravesar con la ayuda de un xoloescuincle. La leyenda dice que las personas que en vida maltrataron a los perros u otros animales no son ayudadas por los canes para cruzar, por lo que son devoradas por una iguana azul gigante llamada Xochitonal.
  2. Tepectli Monamictlan (Lugar de los cerros que se juntan): En el segundo nivel es necesario atravesar en el momento preciso entre dos montañas que chocan una con otra, el costo de no lograrlo es ser triturado.
  3. Iztepetl (Montaña de obsidiana): Es la residencia de Itztlacoliuhqui, dios de la obsidiana y señor del castigo; aquí los muertos deben atravesar un camino cubierto de rocas filosas que los desgarran mientras intentan atravesar.
  4. Itzehecayan (Donde hay mucha nieve): Región cubierta de hielo en la que azotan fuertes vientos que despojan a los fallecidos de las últimas pertenencias que levan de su vida terrenal. Es el lugar donde habita Mictlecayotl o Mictlampehécatl, dios del viento del Norte.
  5. Paniecatacoyan (Donde la gente vuela): Área desértica en la que no existe la gravedad, por lo que los muertos son arrastrados a merced del viento hasta que son llevados al final del sendero.
  6. Timiminaloayan (Donde te flechan las saetas): Camino que deben atravesar los muertos mientras evitan flechas que llueven de todos lados; de acuerdo con la creencia son los proyectiles que se perdieron en batalla y que llegan hasta este lugar.
  7. Tecoyohuehaloyan (Donde te comen el corazón): Hogar de Tepeyóllotl, dios de las montañas y señor de los jaguares; en este lugar habitan jaguares que abren el pecho de los muertos para devorar su corazón.
  8. Izmictlan Apochcalolca (Lugar de aguas negras): Aquí desemboca el Apanohuacalhuia, río de aguas negras que descarna los últimos restos de los huesos del difunto.
  9. Chiconahualóyan o Mictlán (Donde se tienen nueve aguas): Nivel final del inframundo de los mexicas; en este lugar corren nueve ríos que representan os estados de conciencia y que los muertos deben atravesar para finalmente liberar su alma y hacerse uno con el todo.
Mictlantecuhtli, Códice Borbónico. Foto: INAH

Una vez concluido este viaje de cuatro años (que coincide con el tiempo que tardan los tejidos de un cuerpo humano en desintegrarse para dejar sólo los huesos) las almas son recibidas por los dioses del Mictlán con este mensaje:

“Han terminado tus penas, vete, pues, a dormir tu sueño mortal”.

Los dioses de Mictlán

Si bien en el Mictlán habitan algunas deidades en sus diferentes niveles, son dos los dioses que rigen en el inframundo Mexica y quienes se encargan de recibir las almas de los difuntos:

Mictlantecuhtli: “Señor de la muerte”, suele representarse como el esqueleto de un ser humano con una calavera con muchos dientes, cabello negro encrespado y estrellas como ojos. Rige el inframundo.

Mictlancihuatl: “Señora de la muerte”, a veces aparece en representaciones colaborando con su esposo Mictlantecuhtli y en otras se muestra a ambos en conflicto; se cree que es encargada de vigilar los huesos de los difuntos y presidir los festivales en honor a los muertos.

Al ser los regentes del inframundo, son ellos quienes definen a qué parte serán enviadas las almas, dependiendo la forma en la que murieron.

Mictlancihuatl, códice Fejérvary-Mayer. Foto: INAH

Los otros ‘cielos’ a parte del Micitlán

Dependiendo de la forma en la que una persona muriera podía ser enviada al Mictlán –a donde van a mayoría- o a alguna de las otras tres opciones:

  • Chichihuacuauhco: Lugar al que van los niños que mueren antes de tener uso de razón; aquí son alimentados por un enorme árbol de cuyas hojas emana leche. De acuerdo con la creencia mexica, ellos son quienes repoblarán la tierra tras la extinción de la humanidad.
  • Tlalocan: Región gobernada por el dios de la lluvia Tláloc; aquí son enviadas las almas de personas que tuvieron muertes relacionadas con agua.
  • Tonatiuh Ilhuícatl: Residencia del dios amarillo Tonatiuh; en este lugar descansan las almas de guerreros, personas sacrificadas en tributo y madres que murieron durante el parto.

Xibalbá, el ‘lugar oculto’ de los mayas

La cultura maya también tenía su propia versión del inframundo conocida como Xibalbá, que en dialecto quiché significa “lugar oculto” (xibil, oculto), y cuya representación puede encontrarse en escritos como el Popol Vuh.

Los mayas creían que se podía acceder a este lugar a través de cenotes y para llegar era necesario realizar un largo descenso en una enorme escalera, además de cruzar ríos de agua y sangre.

Las partes del Xibalbá

En el fondo del Xibalbá se pueden encontrar distintas zonas en las que se reparten castigos diferentes:

  • La casa oscura: Aquí sólo hay tinieblas y obscuridad
  • La Casa del frío: Donde siempre sopla un viento frío e insoportable
  • La Casa de los jaguares: Aquí habitan jaguares que gruñen y se burlan de los muertos.
  • La Casa de los murciélagos: Habitada por murciélagos que chillan, gritan y revolotean
  • La Casa de los cuchillos: Lugar donde ha cuchillos afilados que laceran a los que llegan.
  • La Casa del Calor: Sitió en el que sólo hay brasas y llamas.

Al igual que en el Mictlán, en Xibalbá habitan deidades y señores que se encargan de regir el inframundo.

Incensario del dios de la muerte Ah Puch o Kitzin. Foto: INAH 

Los dioses y señores del Xibalbá

El inframundo maya es gobernado por dos dioses: Ah Puch o Kitzin “El Apestoso”, dios de la muerte y rey del inframundo, junto con su esposa Ixtab, diosa del suicido.

En el Xibalbá también rigen 12 señores que se encargan de mantener el orden y de propinar los castigos a los muertos. Ellos son:

  • Hun-Camé y Vucub-Camé: Jueces supremos del inframundo y encargados del consejo de señores.
  • Cuchumaquic y Xiquiripat: Encargados de derramar sangre humana.
  • Ahalganá y Ahalpuh: Quienes contagiaban a los hombres con chuganal, enfermedad conocida por los mayas con la que las personas se hinchaban, les supuraban y su rostro se teñía de amarillo.
  • Chamiaholom y Chamiabac: Ellos adelgazan a la gente hasta que solo quedan huesos
  • Ahaltocob y Ahalmez: Causan desgracias a los hombres cuando van de regreso a casa
  • Xic y Patán: Matan a viajeros en el camino.

El Mictlán y Xibalbá son una muestra de la forma en la que las primeras culturas que habitaron en México se relacionaron con la muerte, la forma en la que concebían el inframundo, además de ser parte de una de las tradiciones mexicanas más conocidas en el mundo: el Día de Muertos.