Si las hojas de ensalada como espinaca o lechuga que tienes en casa tienen presencia de jugo o de zumo, ya no es conveniente consumir este alimento porque son propensas a la Salmonella enterica, sugiere un estudio elaborado por investigadores de Reino Unido.
De acuerdo con el informe Los jugos de hojas de ensalada mejoran el crecimiento de Salmonella, la colonización de productos frescos y la virulencia, las hojas de ensalada como lechugas y espinacas son muy perecederas, esto es, tienen una duración limitada debido a su alto contenido en agua.
A su vez, están sujetas a un rápido deterioro causado por microbios por lo que es un alimento que requiere un procesamiento rápido y un envasado especializado, por ejemplo, en una atmósfera modificada con niveles reducidos de oxígeno.
Sin embargo, “todavía no hay tratamientos que puedan eliminar por completo los patógenos transmitidos por los alimentos de los productos frescos de la ensalada”, destacó la investigación.
De tal manera que pese a todos los esfuerzos, “siguen produciéndose infecciones asociadas a las ensaladas”, subrayó el estudio, y describió que las hojas de ensalada son propensas a la colonización de patógenos como la Salmonella enterica. También Escherichia coli y Listeria monocytogenes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la Salmonella es una bacteria omnipresente y resistente que puede sobrevivir durante varias semanas en un ambiente seco y varios meses en agua.
Además es una de las cuatro causas principales de enfermedades diarreicas a nivel mundial, como la salmonelosis que se caracteriza por la aparición brusca de fiebre, dolor abdominal, diarrea, náusea y, a veces, vómitos. En algunos casos la deshidratación causada por este padecimiento puede ser grave y poner en peligro la vida.
¿Cómo saber si las hojas de ensalada tienen presencia de Salmonella?
De acuerdo con el estudio realizado por investigadores de Reino Unido los restos de jugo liberado por las hojas de ensalada como espinaca o lechuga pueden aumentar significativamente la colonización por Salmonella enterica.
Los autores del análisis encontraron que los jugos de ensalada incrementaron el crecimiento de la salmonella en un 110 por ciento. En el caso de una muestra donde colocaron un suero “que refleja mejor las condiciones difíciles de un hospedador” la bacteria creció en más de 2 mil 400 veces.
“La adhesión directa (de este patógeno) a las hojas de ensalada aumentó en 350 por ciento; esta exposición al jugo de la ensalada ayudó a que las células de Salmonella se adhirieran a las hojas de la ensalada con tanta fuerza que el lavado no pudo eliminarlas”, resaltó el documentó.
Además, la investigación reveló que el jugo liberado le permite crecer a las células de Salmonella, incluso cuando estaba refrigerada.
La ensalada embolsada no está exenta de la Salmonella
El informe titulado Los jugos de hojas de ensalada mejoran el crecimiento de Salmonella, la colonización de productos frescos y la virulencia, mencionó que la bolsa de plástico “es el contenedor habitual de las hojas de ensalada listas para consumir”.
Subrayó que estas pueden ser también propensas a la generación de la bacteria de Salmonella enterica, ya que el jugo de las hojas de la espinaca o la lechuga ‘favorece’ la adhesión de los patógenos al plástico de las bolsas de ensalada.
“Durante 5 días de refrigeración el zumo dentro de los fluidos de la bolsa de ensalada aumentaron el crecimiento de Salmonella hasta 280 veces; además de incrementar la colonización de la bolsa de ensalada”, explicó el estudio.
Lo anterior pese a que la investigación halló que en la superficie interior de la bolsa poseía una población de microbiota adherida con la cual se pretende reducir la colonización de patógenos en el alimento.
“El recipiente de la bolsa de la ensalada podría ser un importante lugar de adhesión bacteriana”, sugirió.
No obstante, una muestra de espinaca embolsada reveló que la adhesión de Salmonella a la bolsa de ensalada fue baja en tanto no hubiera presencia de jugo o zumo de ensalada.
¿Cómo conservar las hojas de ensalada?
El estudio permite señalar que mientras tu ensalada como espinaca o lechuga no tenga presencia de jugo o zumo no hay problema, lo que no debes confundir con la película de agua que poseen para conservar su textura.
Para evitarlo, debes refrigerar y preferentemente guardarla 'entera', ya que según la investigación, en el caso de la ensalada embolsada, las hojas “suelen cortarse o picarse para satisfacer las necesidades de los consumidores, lo que, además de liberar y extender los fluidos de las hojas, podría favorecer la diseminación de cualquier patógeno presente”, determinó.
Al respecto, varios sitios de internet sugieren lavar y desinfectar tu ensalada, dejar escurrir bien y si es posible secarla con papel absorbente. Posteriormente, envolverla con un papel seco y guardarla en un recipiente hermético en el refrigerador.
En el caso de la ensalada embolsada, esta tiene poco tiempo de vida, en el momento que esta comience a tener jugo o zumo, ya no es preferible consumirla, pues como se dijo antes "las células de Salmonella se adhirieren a las hojas de la ensalada con tanta fuerza que el lavado no pudo eliminarlas".
Los autores de este estudio son Giannis Koukkidis del Departamento de Infección, Inmunidad e Inflamación, Ricardo Haigh del Departamento de Genética, Natalie Allcock de Servicios Básicos de Biotecnología, los tres de la Universidad de Leicester en Reino Unido, y Susana Jordan miembro de Campden Bri, una empresa científica enfocada en la industria de alimentos y bebidas.
Ahora ya sabes, el jugo de ensalada tiene el potencial de aumentar la virulencia de la Salmonella, así como de su fijación y colonización, lo que puede contribuir a generar infecciones al consumir este alimento. De ahí la importancia de “prevenir la contaminación de los productos frescos; prestar atención al mantenimiento de estrictas normas de higiene en todos los niveles de producción de hojas de ensalada”, concluyó el estudio.