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CINE DE ORO

El lado oscuro de Cantinflas: le hacía trabajo “sucio” al PRI

Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes tuvo una cercana relación con personajes de la política mexicana.

Cantinflas fue promotor del PRI Créditos: Radio Fórmula
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Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, mejor conocido como Cantinflas, es uno de los actores más famosos de la Época de Oro del cine mexicano, incluso es considerado como el mejor histrión de comedia en la historia de nuestro país.

Pese a que las más de 50 películas que protagonizó lo llevaron a la cima del éxito, hubo un sueño frustrado que nunca pudo conquistar y fue el convertirse en el máximo líder del Sindicato de Actores de México, esto debido a que otro gran artista, Jorge Negrete, siempre lo superó en la contienda.

Lo anterior hizo que Cantinflas se relacionara con varios personajes de la política mexicana y que incluso se convirtiera en consejero de un presidente bastante cuestionado.

El actor se desempeñó como consejero de nada más y nada menos que del expresidente Gustavo Díaz Ordaz, quien pasó a la historia por la represión a los movimientos sociales, y que fue acusado de orquestar la masacre de estudiantes del 2 de octubre de 1968.

Sin embargo, su involucramiento en el mundo de la política no paró ahí pues de acuerdo con documentos desclasificados de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS), la cual, durante décadas fungió como la policía política del país, Mario Moreno fue promotor del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

La influencia, poder político y social que tenía el actor fue usado para su beneficio particular, según explicaron los documentos hallados por la DFS.

Además, se llegó a mencionar que Cantinflas se convirtió en títere de los políticos mexicanos, quienes lo usaron para mostrar una imagen de México errónea que nada tenía que ver con el espíritu de la época.

De esta forma, el también productor ganó aún más riquezas y apoyo de los altos personajes, situación que lo llevó a crear una contradicción con los ideales que mostraban sus personajes.

Incluso analistas aseguran que durante sus películas en blanco y negro se mostró un personaje de barrio, pícaro y simpático, pero en sus obras a color se volvió muy institucional, y en sus cintas mandaba mensajes políticos, por lo que dejó de ser el cómico del pueblo.