Anton LaVey, también conocido como el Papa negro, fue un escritor y músico estadounidense fundador de la iglesia de Satán, organización religiosa creada el 30 de abril de 1966.
LaVey también escribió varios libros, entre los cuales se encuentra la Biblia Satánica, una colección de ensayos, observaciones y rituales considerados como la base de su filosofía y del satanismo contemporáneo.
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El hombre nacido de Chicago muchas veces aseguró que su abuela, quien era originaria de Transilvania, fue la persona que más influyó en su oscura forma de ser, pues la mujer le contaba desde pequeño cuentos de vampiros y demonios, narró Gina Avilés en La Mano Peluda para Grupo Fórmula.
LaVey siempre aseguró tener poderes sobrenaturales, por lo que, confiado en sus dotes, abandonó la educación básica para buscar su destino. A partir de ese momento se desempeñó en diversos trabajos como músico de un circo hasta domador de leones.
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Más tarde, trabajó como fotógrafo en la policía, donde aseguró que sus habilidades psíquicas le ayudaron a resolver delitos que muchas veces las autoridades no podían solucionar. Así, el llamado Papa negro trascurrió por diferentes etapas hasta fundar su propia iglesia de Satanás.
A pesar de la fama que ganó con la fundación de su iglesia y con la creación de la biblia satánica, en su recinto no se dedicaba precisamente a realizar invocaciones al Diablo. De acuerdo con testimonios de sus seguidores, Anton LaVey se enfocaba en en impulsar el pensamiento e independencia del hombre.
Esto, de acuerdo con LaVey y sus seguidores, debido a que Satán es la verdadera naturaleza del hombre: una bestia carnal, que vive en un cosmos permeado y motivado por las fuerzas oscuras.
Anton LaVey falleció el 29 de octubre de 1997 a los 67 años. Se dice que cuando murió fue llevado a un hospital cristiano. Su cuerpo fue cremado, sin embargo sus cenizas no fueron enterradas o depositadas en ningún nicho, pues dicen que estas fueron divididas entre sus herederos, quienes creen que al tenerlas tendrían poderes ocultistas para ser usados en algunos de sus rituales.