El trabajo de los sepultureros se remonta desde tiempos ancestrales, pues ellos son los encargados de cavar y preparar tumbas para las miles de personas que mueren cada día.
También cuidan y limpian las tumbas de los cementerios y dan mantenimiento a los crematorios. Si bien parece ser un trabajo inofensivo, los sepultureros se enfrentan a algo que no es parte de sus funciones: los miles de aterradores espíritus que habitan en los panteones.
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Los sepultureros a menudo sueñan con las personas que entierran, escuchan ruidos extraños durante el día y la noche y, otros más, han asegurado ver figuras fantasmales que deambulan por el cementerio, contó Gina Avilés en La Mano Peluda para Grupo Fórmula.
Es específicamente en la zona donde se entierran a los niños y niñas donde estos trabajadores aseguran haber vivido las más espantosas experiencias, pues en esos lugares la gente suele dejar globos, juguetes o dibujos de los menores fallecidos que parecen cobrar vida por las noches. Las personas que trabajan en los camposantos dicen que pueden escuchar las risas de los pequeños que siguen rondando el área.
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Tal es la presión y las temibles experiencias de vivir entre muertos, que algunos sepultureros han optado por manejar con insensibilidad su trabajo. Otros más no soportan las extrañas vibras que se viven en los panteones y prefieren alejarse, convirtiendo este trabajo en algo que nadie quiere hacer pero que todos necesitan o necesitarán.
Y tú, ¿te atreverías a tomar este trabajo?