La miniserie de "Landscapers", protagonizada por Olivia Colman y David Thewlis, es una ficción basada en la peculiar historia de una pareja británica, de mediana edad, que llevó a cabo un complejo plan para asesinar, mentir y estafar al Gobierno, que durante 15 años le funcionó a la perfección.
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Pero, ¿cuál es la cruda historia real de estos homicidas? De acuerdo con periódicos locales la historia de crímenes comienza en 1998 cuando, durante el fin de semana del primero de mayo, Susan y Christopher Edwards asesinaron a los padres de ella, con el objetivo de vivir de su cuentas bancarias.
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Durante esa noche, la pareja cavó un gran agujero en el jardín de la casa, ubicada en el Forest Town de Mansfield en
Nottinghamshire, para enterrar los cuerpos de los padres de Susan, que estaban envueltos en fundas de edredón.
Al día siguiente, tan pronto abrieron los bancos, Susan abrió una cuenta conjunto a nombre de ella y su madre; después
transfirió las pensiones de sus padres para recibir los beneficios por discapacidad, las asignaciones de combustible
y los ahorros.
Debido a que los padres de Susan no tenían demasiados amigos, ni convivían con los vecinos, la historia de que ellos
habían hecho un viaje fue rápidamente aceptada en la comunidad, por lo que todo su plan funcionaba a la perfección.
Fue hasta el 2012 cuando el Departamento de Trabajo y Pensiones envió una carta en 2012 a William Wycherley, solicitando una reunión antes de su próximo cumpleaños número 100, que Susan y Christopher decidieron que ya no podían seguir con la artimaña.
Huyeron a Francia, donde no pudieron subsistir cómodamente debido a que Susan tenía una adicción por coleccionar
autógrafos y souvenir de estrellas de Hollywood, principalmente de Gary Cooper, lo cual los había desfalcado.
Desesperado, Christopher llamó a su madrastra y le comentó lo que había hecho, después llamó a la policía británica y dijo que él y Susan regresarían en el Eurostar para entregarse. También pidió que la policía pagara el pasaje del tren, ya que a los Edwards les quedaba muy poco dinero.
Cuando la pareja se entregó, fueron entrevistados por separado y ambos contaron una misma historia (previamente inventada); sin embargo, lo que decían no convenció a los agentes quienes reunieron pruebas sobre el engaño y la forma en que habían cubierto el asesinato, tales como las tarjetas de navidad falsas, donde Susan escribía (como si fuera sus padres) a sus amigos y familiares que se habían mudado a Irlanda
Aunque la defensa trató de demostrar que Susan tenía trastornos mentales, los uniformados dijeron que estaba consciente de lo que hizo durante todos esos años que vivió en diferentes países de Europa usando los cheques que el gobierno pagaba a sus padres.
Por ello, ambos fueron condenados a 25 años de prisión. Ahora HBO Max abre la posibilidad de meterte en la vida emocional de estas dos personas para entender lo que hicieron, aunque no encuentres justificación para ninguno de sus actos.
El director, William Sharpe, retrata el mundo imaginario en que la pareja vivía y cómo lograban sobrevivir al terrible homicidio que cometieron.