Muchas son las leyendas que hay en México, hay unas de las que se sabe mucho al respecto y otras en las que se sabe poco o casi nada; sin embargo, siguen presentes y despertando gran curiosidad entre sus oyentes.
Tal es el caso de la isla fantasma de México, misma que ha despertado gran especulación, pues hasta la fecha se desconoce su ubicación y existen pocas pruebas que respaldan su existencia.
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La historia presentada en la Mano Peluda para Grupo Fórmula cuenta que en el Golfo de México, muy cerca del estado de Yucatán, se ubica la isla llamada Bermeja, la cual, podría tratarse de la “Atlántida mexicana” al ser tragada por el mar o al desaparecer a causa de un misterio hasta ahora inexplicable.
La isla no existe, al menos no en el presente, pues es un sitio fantasma que únicamente aparece en mapas de nuestro país realizados entre los siglos XVI y XIX.
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Se dice que también está presente en documentos de registros federales de Estados Unidos, pero después del siglo XIX ya nunca se volvió a saber de ella.
De acuerdo con aquellos mapas sus coordenadas son 22 grados, 33 minutos latitud norte y 91 grados, 22 minutos longitud oeste, ubicándose a 100 kilómetros al noroeste de la península de Yucatán, pero en ese punto no se muestra nada.
Según relató el escritor Blas Moreno de Zabala en 1732, la isla Bermeja es un islote con agua limpia al sur, con piedras debajo del mar al este, con un barranco color bermejo (rojizo) y poblado de árboles.
Tras el incremento de teorías, en 2008 el Senado de la República solicitó al gobierno una expedición para comprobar la existencia de la isla, por lo que el 20 de marzo de 2009 un grupo de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) zarpó en búsqueda del islote, pero tras una semana de viaje, no hallaron nada.
Por ello, Jaime Urrutia, director del instituto de Geofísica de la UNAM, señaló que la aparición de la isla Bermeja se debe a un error cartográfico que se copió en mapas posteriores, sin que antes fuera verificado.
No obstante, las expediciones y declaraciones de expertos no han sido completamente convincentes por lo que muchos mantienen firme su creencia de que alguna vez existió dicho lugar.