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PARA NO DORMIR

La Mano Peluda: testimonios de vida después de la muerte

¿Un túnel con una luz? ¿Un demonio? Esto es lo que las personas han visto al encontrase cara a cara con la muerte.

Créditos: Especial
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¿Qué hay después de la muerte? Esa es una pegunta que todas las personas se han hecho alguna vez en la vida, y la cual hasta ahora no han podido responder.

Sin embargo, en La Mano Peluda para Grupo Fórmula, diversas personas que han estado a punto de morir o que pasaron por una muerte clínica y han sobrevivido narraron sus experiencias que no en todos los casos es grata como simplemente caminar por un túnel hacia la luz.

El demonio del tercer ojo

Rolando, un hombre de Morelia, se encontraba mirando videos en YouTube sobre cómo "abrir el tercer ojo". Luego de un rato, se le nubló la vista y le comenzó a doler la cabeza, por lo que desistió de su intentos y decidió salir a correr.

Corriendo por Ixtapa Zihuatanejo, donde hay muchas zonas tectónicas, Rolando intentó abrir de nuevo "su tercer ojo", pero su vista comenzó a nublarse de nuevo. "Era como cuando prendes lumbre y el humito que sale es como un camuflaje transparente", contó.

En ese momento, mientras intentaba recuperar la visibilidad, a lo lejos vio a un grupo de deportistas, pero detrás de ellos venía algo que Rolando jamás había visto: "era como una persona, con cuernos, su piel era color naranja y traía pies de cabra", detalló. "La persona que iba corriendo era un demonio".

Cerró sus ojos y suplicó que aquel hombre no fuera real. Se quedó un rato en vigilia en el parque, entre dormido y despierto, volvió a ver a los corredores pero el hombre que corría detrás del club deportivo ya no tenía forma demoniaca.

Pero Rolando no escarmentó. Volvió al parque a correr e intentar abrir el tercer ojo, pero ahora vio a una mujer vestida de negro, con ojos de reptil que le sonrió macabramente y sacó su lengua de serpiente que también después de unos minutos desapareció.

Su intención de abrir el tercer ojo, contó el moreliano al programa conducido por Georgina Avilés e Ignacio Muñoz, es que hace mucho tiempo quería hacer un negocio para jóvenes emprendedores y que se fue a Guadalajara a comprar mercancía. Por la noche, para divertirse, fue a un antro, en donde se sentó a un lado de él una persona misteriosa que sabía muchas cosas de su vida, con detalles escalofriantes, lo cual le dio miedo. Esa persona le dijo que era la muerte 

“Tú de chiquito tenías el tercer ojo pero como veías cosas que nadie debían ver te lo cerraron”, le aseveró.

Le dijo muchas cosas que le terminaron pasando en la realidad. Y cuando decidió, años después, abrir su tercer ojo, se encontró con demonios. 

El ángel del quirófano

María Moreno fue ingresada al hospital por problemas en la vesícula, sin embargo más adelante presentó complicaciones. A los dos meses de permanecer hospitalizada, la gravedad de su enfermedad comenzaba a notarse en su cuerpo: los ojos y las uñas presentaban un color amarillo. Era una mala señal.

María, en camino a ser remitida a su última operación -de alto riesgo-, cuenta que iba acompañada de un camillero alto y moreno, pero, sin darse cuenta, un joven de unos 17 años de repente era quien la llevaba al quirófano. "Usted va a estar bien, no se preocupe", dijo aquel hombre con piel blanca y cabello rizado.

"No tenga miedo (me dijo), y me acarició los pies".

Fue un ángel, aseguró María Moreno. De acuerdo con los expedientes del quirófano, el camillero moreno que vio la mujer todo el tiempo estuvo ahí. “Fue un ángel el que me llevó. En qué momento se me cambió el camillero, en qué momento. Cómo fue”, dijo al afirmar que fue su salvador.

La Planchada

Una mujer de San Luis Potosí, quien prefirió no revelar su nombre, aseguró que La Planchada le salvó la vida.

La mujer estaba muy enferma en un hospital sin saber qué pasaría con su vida. Un día cualquiera, en la madrugada, una enfermera ingresó a su habitación, le ofreció una pastilla y se fue. Cuando otros médicos entraron a su cuarto para suministrarle los fármacos que debía tomar la mujer explicó que una mujer ya se los había dado. "Me dijeron que todavía no me tocaba, que cómo".

Se dice que cuando la Planchada se presenta, mágicamente todo parece arreglarse a pesar de que se trate de un diagnóstico negativo o letal. Cuando esta mujer ofrece una pastilla, usualmente los doctores no se explican lo que pasa pero los enfermos mejoran de la nada.

¿Existe la luz al final del túnel? 

Una visión global de lo que ocurre cuando una persona cree fallecer es la luz al final del túnel. Personas han relatado a La Mano Peluda que se sienten flotar sobre su cuerpo e incluso pueden ver el cuarto en el que se encuentran y, en algunos casos, escuchar al médico decir "falleció".

Relatan que atraviesan un oscuro túnel, como si fuera una escalera interminable, con una increíble rapidez. Al final, en la mayoría de los casos los espera una figura clara y casi transparente, un paisaje hermoso o música. En ese momento ya no sienten más dolor.

Sin embargo, la suerte de esta paz no la conocen todas las personas, pues muchas otras han narrado sus visitas a lo que creen es el infierno, pues en esos minutos pueden ver gente sufriendo, maltratada, angustiada y llorando a su alrededor.