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Fin de sexenio: NAIM, el súper aeropuerto que no pudo ser con AMLO ¿ya se habría inaugurado?

AMLO canceló el NAIM de Peña Nieto por el AIFA, por sus sobrecostos y acusaciones de corrupción, acto que marcó su sexenio.

La primera etapa del NAIM debería haber entrado en operaciones en 2022. Créditos: Cuartoscuro
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El sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador será recordado, entre otras cosas, por sus polémicos proyectos de infraestructura como el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas, sin embargo, la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en 2019 es uno de los pasajes más relevantes de su mandato y que dio paso a la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en la Base Aérea de Santa Lucia, en el Estado de México. 

El NAIM era uno de los planes más relevantes del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que hecho mano de los reconocidos arquitectos Norman Foster y Fernando Romero, famosos por su concepción de las terminales aéreas del siglo 21, y con el que había apuntalado parte de su discurso de modernidad de México. 

En 2014, el nuevo aeropuerto comenzó a construirse en un terreno federal de aproximadamente 4 mil 431 hectáreas ubicadas al oriente de la Ciudad de México y aproximadamente a 14 kilómetros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). 

El NAIM se erigiría en la zona federal del exvaso del Lago de Texcoco, en la zona oriente de la Cuenca de México, la cual se ubica en la parte más alta y en el extremo sur del altiplano mexicano en los municipios de Atenco, Ecatepec y Texcoco. 

Por su tamaño e infraestructura, el gobierno peñanietista proyectó al NAIM en un HUB que sería más eficiente con traslados rápidos de salidas y llegadas, además de proporcionar una experiencia de calidad tanto para viajeros como para los visitantes del aeropuerto. 

¿Cómo iba a ser el NAIM?

El plan era ambicioso, el NAIM se detonaría en cuatro etapas, de cinco años cada una, propiciando un crecimiento de su infraestructura ordenado y de acuerdo a la demanda de usuarios: el proyecto era tener un gran aeropuerto robusto hacia 2065, es decir, atender la demanda aérea de 50 años. 

De acuerdo con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), en su máximo desarrollo, el NAIM tendría capacidad para atender casi cuatro veces la capacidad del aeropuerto actual, es decir, 125 millones de pasajeros anuales.

Esto sería posible gracias a los dos edifcios terminales y dos satélites con 190 posiciones fjas y 85 remotas con los que contará, así como a las seis pistas de operación triple simultánea, las cuales permitirían que más de un millón de aviones cada año despegaran y aterrizaran en él.

El gobierno federal estimó para la edificación de la primera etapa de alrededor de 13 mil millones de dólares y que fueron puestos en fondos de inversión para garantizar que el costo de su construcción no fueran absorbidos por las arcas nacionales. 

Al acercarse el fin de sexenio de Peña Nieto y la creciente inconformidad con el proyecto del candidato López Obrador, se supo que las obras tenían un atraso de al menos dos años lo que fortaleció las acusaciones sobre actos de corrupción en su edificación y sobrecostos. 

Según el plan maestro de la nueva terminal, estaba previsto que la nueva terminal entrara en funciones en octubre de 2020; sin embargo, la última actualización de este proyecto es que comenzara a operar en el segundo semestre de 2022, justo a la mitad de la administración de López Obrador. 

Sin embargo, la consultora Parsons emitió un informe que fue devastador para el futuro del NAIM donde proyectó que el costo de la primera parte se elevaría entre 16 mil y 17 mil millones de dólares, y que la fecha de inicio de operaciones sería en septiembre de 2024. 

El gobierno de AMLO estimó que las dos etapas del NAIM implicarían un aumento en su presupuesto de 300 mil millones de pesos con 76 por ciento de los contratos asignados de manera directa sin tener en cuenta sus viablidades ambientales.

La consulta que echo abajo el NAIM

Una vez que ganó la Presidencia de la República en julio de 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador echo a andar sus planes para cancelar el NAIM y destinar los recursos para la edificación del AIFA y conformar un sistema metropolitano de aeropuertos que resolviera el congestionamiento aéreo de la capital del país. 

La consulta, que no tenía válidez por parte del INE, se efectuó en octubre de 2018, y dio como resultado la cancelación del proyecto que para el inicio de su administración tenía un avance en su construcción cercano al 30 por ciento. 

En este ejercicio, el 69.95 por ciento votó por la construcción de otro aeropuerto en la actual Base Militar de Santa Lucía, ubicada a unos 40 kilómetros al norte de Ciudad de México.

Javier Jiménez Espriú, quien fue titular de la SICT con AMLO, explicó que una de las razones para echar abajo la construcción del NAIM fue su inviabilidad por situarse en el antiguo Lago de Texcoco y por la implicación de sus altos costos de construcción y mantenimiento debido a la mecánica del suelo y fundamentalmente porque no habría resuelto el congestionamiento del espacio aéreo de la Ciudad de México y su área conurbada.