El Porfiriato fue una época durante la que México vivió un importante crecimiento económico, lo que permitió el surgimiento de los primeros bancos y la emisión de los primeros billetes mexicanos, pero ¿sabes cómo eran?
Actualmente el Banco de México es el responsable de fabricar los billetes que circulan en el país, algunos de los cuales han sido reconocidos como “billete del año”, por ejemplo el de $50 pesos con la imagen del ajolote y que fue premiado por la International Bank Note Society (IBNS).
Los antecedentes de los primeros billetes mexicanos como los conocemos actualmente se remontan a hace más de 100 años, cuando durante el Porfiriato se emitieron las primeras leyes bancarias que permitieron el nacimiento de los primeros bancos.
Así eran las monedas y billetes en el Porfiriato
Durante el Porfiriato la banca mexicana vivió un proceso de formalización gracias al primer Código de Comercio, que incluía preceptos aplicables a las instituciones bancarias, y posteriormente con la Ley General de Instituciones de Crédito, promulgada en 1897.
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En esta última legislación se establecieron las bases generales para la creación de nuevos bancos y se designó a la Secretaría de Hacienda para vigilarlos. Gracias a esta ley nacieron 35 nuevas instituciones en todo el país que tenían permitido emitir sus propios billetes.
El primer banco que se estableció durante el gobierno de Porfirio Díaz fue Banco Nacional Mexicano, establecido en 1881 y autorizado para emitir billetes de uno a mil pesos.
Posteriormente, en 1882, nació el Banco Mercantil Mexicano, el cual también tenía autorización para emitir su propia moneda.
Durante un par de años ambas instituciones fueron competidoras hasta que en 1884 se fusionaron para crear el Banco Nacional de México, mejor conocido como Banamex, institución bancaria que incluso cumplió las funciones de banco central durante años.
Además de estos bancos, había más de 30 de bancos regionales que también emitían sus propios billetes, los cuales eran usados como moneda de cambio en los estados de los que eran originarios. Estos son algunos ejemplos de los billetes que emitían.
Por otra parte, la Casa de Moneda era la responsable de acuñar las monedas que circulaban en la capital y en todo el país; estaban hechas de plata y tenían denominaciones de 10, 20 y 50 centavos.
Los billetes emitidos por los bancos durante el Porfiriato dejaron de usarse a raíz de la Revolución Mexicana, movimiento que alteró la emisión de dinero en México debido a la escasez de efectivo obligando a los grupos revolucionarios a emitir su propia moneda.