Petróleos Mexicanos (Pemex) y la estadounidense New Fortress Energy (NFE) dieron por terminado un acuerdo que habían firmado hace casi un año para producir gas natural en el campo Lakach, en aguas profundas del Golfo de México, según dos fuentes con conocimiento del tema.
Estaba previsto que en el primer trimestre del 2024 se iniciaría la producción del hidrocarburo en Lakach, ubicado a 90 kilómetros del puerto de Veracruz, y que tiene una reserva de alrededor de 900 mil millones de pies cúbicos de gas, según dijo Pemex el año pasado al firmar el contrato.
La decisión de terminar anticipadamente con el contrato de servicios la habría tomado Pemex, el mes pasado, luego de que NFE intentara imponer condiciones que la estatal consideró inaceptables, según una de las fuentes.
Las dos fuentes dijeron que Pemex planea seguir adelante con el proyecto y está en conversaciones con otras compañías que podrían sumarse; sin embargo, no dieron nombres de las empresas interesadas. Ni Pemex ni NFE respondieron a solicitudes de comentarios por parte de Reuters sobre la cancelación del contrato.
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El proyecto con NFE implicaba la reactivación de un plan de desarrollo para Lakach suspendido en 2016 tras la inversión de unos mil 400 millones de dólares por parte de Pemex durante administraciones previas a las del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
El convenio comprometía a NFE a complementar esa inversión mediante el aporte de mil 500 millones de dólares adicionales. Pemex por su parte, planeaba vender 190 millones de pies cúbicos diarios (pcd) de gas a NFE y los restantes 110 millones de pcd a ser producidos se suministrarían al mercado doméstico.
Una de las fuentes dijo que NFE quería el gas a un precio sumamente bajo, pero no ofreció detalles. La otra fuente dijo que Lakach se había vuelto demasiado costosa para NFE y observó que sería un desafío para Pemex seguir adelante con el proyecto.
Poco después de que fue anunciado el acuerdo, muchos analistas dudaron que pudiera ser viable, argumentando que NFE podría no tener suficiente capital financiero para emprenderlo y la falta de pericia de Pemex para producir en aguas profundas.
En octubre del año pasado, el regulador del sector petrolero mexicano, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), aprobó a Pemex un plan modificado para desarrollar el controversial proyecto, en momentos que la gigante estatal enfrentaba, como en la actualidad, ingentes pagos pendientes de deuda financiera y a proveedores.
Reuters informó el año pasado que funcionarios de la CNH y Pemex habían estado en desacuerdo sobre cómo desarrollar Lakach y otros campos grandes.
En una revisión inicial, funcionarios del regulador encontraron que los costos de perforación en el plan elaborado por Pemex eran demasiado altos y la producción estaba sobreestimada. Finalmente obtuvo luz verde del regulador después de que la pararestatal modificara el plan.
La semana pasada, New Fortress Energy reveló que estaba estudiando establecer una instalación de exportación de gas natural licuado (GNL) en México que sería un complemento en tierra de su proyecto en alta mar.