La empresa vendedora de boletos Ticketmaster ha indemnizado a 1 mil 569 de los casi 2 mil clientes afectados por no poder entrar al concierto de Bad Bunny los pasados 9 y 10 de diciembre en el Estadio Azteca, lo que marca un parteaguas en el pago de compensaciones por parte de la empresa.
En su reporte para "Por la Mañana" en Grupo Fórmula, el reportero Marco Silva detalló que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó que el pago de estas indemnizaciones contempla la reposición del costo íntegro del boleto, el cargo por servicio y un 20 por ciento adicional como compensación para los afectados.
"Al final, la empresa ya reembolsó el costo de boleto más el costo de servicio más un 20 por ciento de indemnización del total pagado, estamos hablando de alrededor de 4 mil 320 pesos a 1 mil 569 consumidores", sostuvo el periodista, lo que equivale al menos a unos 6.7 millones de pesos.
En diciembre pasado, al tratar de ingresar al primer concierto de Bad Bunny en el Estadio Azteca, unas 1 mil 500 personas reportaron no poder ingresar e incluso la anulación de su boleto porque supuestamente ya se habían utilizado; mientras que el segundo día del evento, otras 300 personas más tuvieron el mismo problema.
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La empresa se deslindó del problema y acusó una falla en su sistema, misma que pudieron ajustar para que al evento del sábado se redujera el número de afectados.
Al respecto, el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield, acusó que la empresa había sobrevendido y emitido boletos duplicados; sin embargo, a finales de mes se retractó y concedió que se trató de una falla técnica.
Hito para Ticketmaster: Analiza aplicar reembolso total
Una de las mayores quejas que hay de parte de los clientes contra Ticketmaster es que en sus políticas de devolución en caso de cancelación de un evento, esta no considera el cargo por servicio, que ronda entre el 15 y hasta el 20 por ciento del precio del evento.
La empresa lo justifica como una política propia, cosa que contrasta con lo que hace en otros países como Chile y España, donde la devolución sí implica este cargo.
Sin embargo, en el caso del concierto de Bad Bunny, la empresa tuvo que "brincarse" su propia política y tuvo que devolver ese costo, además de una compensación adicional. Lo que puede sentar un precedente para que esta medida se anule en el futuro en todos los casos.
"La empresa asumió el compromiso de revisar y, en su caso, modificar en un plazo de 30 días hábiles su política de no devolver el costo del servicio del consumidor en caso de cancelación del evento. Este es un largo largo jaloneo entre consumidores y la empresa", comentó Marco Silva.
Por esta y otras irregularidades, decenas de ciudadanos iniciaron una acción colectiva en contra de Ticketmaster por el incumplimiento generalizado de servicios por postergación y cancelación de eventos entre 2020 y 2022, muchos de ellos a causa de la pandemia de COVID-19.
La Profeco llamó a los clientes afectados a que se sumen a esta acción colectiva contra Ticketmaster a través de su página de internet.