Los billetes de México cambian su diseño constantemente y algunos personajes de la historia del país pasan de una denominación a otra sin ningún problema, así como también lo hacen los lugares enigmáticos de la República, sin embargo, esto no se hace al azar y tiene un por qué.
En ese sentido, los billetes que han circulado por la República Mexicana cuentan con su historia de origen, como muchos de ellos alrededor del mundo.
¿Por qué los diseños de los billetes cambian tan seguido?
Las familias de billetes se renuevan constantemente en México para mantener su seguridad, dificultando su falsificación, de acuerdo con información de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Además de lo anterior, se busca que los billetes puedan satisfacer los requerimientos de las y los usuarios de manera continua, con lo que se puede incrementar la durabilidad de los que están en circulación.
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Así mismo, los billetes tienen un ciclo de vida y se examinan para determinar si son aptos o no para seguir circulando, según criterios establecidos por el Banco de México.
Para llevar este proceso a cabo, el Banco mide la percepción que tiene la población sobre la calidad del billete y capacita a los bancos comerciales para clasificar a los billetes en aptos para circular o deteriorados. Los billetes deteriorados son retirados de la circulación para su posterior destrucción.
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Últimos billetes de 500 pesos
La duración promedio de los billetes depende de varios factores como sus características físicas, uso, y las condiciones climatológicas. Según Condusef, en los últimos años, la vida media de los billetes mexicanos ha aumentado.
La propuesta final de temática para el último cambio de billetes que se realizó, que fue el de la familia "G", fue aprobada por la Junta de Gobierno en agosto de 2015, y tiene como nombre: “Identidad histórica, patrimonio cultural”.