Llegó la quincena y muchas personas usarán ese dinero para los gastos que tienen, mientras que otros usarán una parte para distraerse y quizás visitar alguno de los mejores bares de la Ciudad de México. Pero imagina que por una casualidad y a través de fines lícitos obtienes 100 mil pesos, ¿Te los gastarías o los ahorras?
Es posible que ese dinero sería útil para darse una escapada en las vacaciones de verano o incluso poner tu propia tienda de abarrotes, pero aunque suene raro, ahorrarlo o gastarlo son opciones igual de válidas. Y esto es lo que aconsejaba uno de los economistas más importantes del siglo XX: Milton Friedman, en su llamada Hipótesis del Ingreso Permanente.
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¿Y si te 'caen' 100 mil pesos, los ahorras o los gastas?
De acuerdo con Friedman, economista de la Escuela de Chicago, las personas sólo tienen dos fuentes de ingresos: los esperados en el futuro (como el sueldo de nómina) y los inesperados (por ejemplo, ganar la lotería). En este último rubro se encuentran esos 100 mil pesos inesperados que llegaron a tu cuenta de manera abrupta.
En una teoría llamada Hipótesis del Ingreso Permanente (PIH, por sus siglas en inglés), formulada por Friedman en 1957, afirma que la gente gasta y consume todo lo que obtiene (por un trabajo o por casualidad) siempre pensando a largo plazo y conforme a las expectativas de lo que obtendrá en un futuro.
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En resumidas cuentas, según el académico de la Escuela de Chicago, existen dos posibilidades: las personas que no se gastan un jugoso premio de 100 mil pesos, pues saben que eso no se repetirá y tendrán gastos en los siguientes años; y las personas que van y se compra un coche, ya que no 'tirando' el dinero, sino que reserva sus ingresos esperados en el futuro para sus gastos del día a día.
¿Qué hacer si te ganas la lotería o te 'caen' 100 mil pesos?
El Banco BBVA ofrece una serie de recomendaciones a todas aquellas personas que se ganen la lotería u obtengan un ingreso inesperado por fines lícitos. Lo primero es ponerse al corriente con las deudas, en caso de tenerlas, y contar con la asesoría de un profesional en gestión de inversiones o patrimonios en caso de tratarse de una suma elevada.
Los siguientes dos consejos son complementarios: el primero es asumir riesgos e invertir sólo una parte del dinero obtenido, por ejemplo en los llamados fondos de inversión, ya sean de renta fija o variable; mientras que el otro consejo es conservar una parte del capital en una cuenta, para tenerlo a disponibilidad inmediata y tener solvencia ante cualquier imprevisto.