Si te encuentras trabajando o estás pensando en retirarte seguro te has comenzado a interesar y preocupar por invertir en tu futuro para asegurar una buena calidad de vida una vez que te alejes de tu vida laboral.
Por ello, existen algunas instituciones encargadas de administrar los ahorros de los trabajadores, mismos que podrán disfrutar cuando decidas pensionarte o jubilarte.
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Muchos de los ahorros de los empleados mexicanos son administrados por una Afore que es una institución que se encarga de llevar la administración de fondos para el retiro de los trabajadores, aunque también existe otra alternativa llamada Plan Personal de Retiro.
La segunda opción es poco conocida en la industria laboral; sin embargo, se vuelve una excelente opción para aquellos que quieran complementar su Afore si es que cuentan con una, y si no la tienen, funciona para obtener tu dinero ahorrado después de los 65 años.
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¿Qué es un Plan Personal de Retiro?
El Plan Personal de Retiro es una cuenta especial destinada a la inversión de largo plazo en una institución autorizada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Y es que al tener un objetivo de inversión a muy largo plazo, el crecimiento puede ser exponencial, lo que significa que tu inversión tendrá un crecimiento considerable si ahorras durante 20 o 30 años.
Además de la oportunidad de disminuir el pago de impuestos y maximizar tu patrimonio mediante una estrategia fiscal definida, las aportaciones que hagas son 100 por ciento deducibles de ingresos y puedes deducir hasta el 10 por ciento de tus ingresos anuales.
Aunque un Plan Personal de Retiro tiene las mismas funciones que una Afore, también tiene grandes diferencias, por lo que una se vuelve más atractiva que otra.
Por ejemplo las Afore se nutren gracias a los recursos para el retiro que brinda el patrón, trabajador y gobierno, mientras que un Plan sólo tú realizas todas las aportaciones.
Asimismo, a través de las Siefore se invierte el dinero de los trabajadores para generar rendimientos que aumenten su saldo anual, pero se cobra una comisión por realizar dicha administración.
De acuerdo con los expertos, mediante una Afore, un trabajador alcanza una tasa de hasta el 30 por ciento de su último salario, mientras que en un Plan Personal de Retiro se podría alcanzar el 70 por ciento o más.
Una cosa que también distingue al Plan es que si el beneficiario cancela antes de tiempo, la institución financiera que lleva su proceso podría retener el 20 por ciento del capital retirado más los intereses, además se debe pagar una comisión por el manejo de los recursos.