El exgobernador del Banco de México y actual Gerente General del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), Agustín Carstens, advirtió que se avecina un "cisne verde’, pero ¿qué significa eso?
Carstens convocó a los integrantes de los bancos nacionales a un encuentro para analizar e identificar cuándo llegará este cisne verde, un fenómeno económico que pone nerviosos a los economistas y banqueros del mundo, pero ¿por qué?
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El concepto surgió en febrero de 2020, cuando el BIS publicó el libro del mismo nombre “El Cisne Verde”, una investigación que se refiere a la crisis financiera provocada por el cambio climático.
El terminó retoma el creado después de la crisis de 2008, “Cisne Negro”, que fue acuñado para referirse a extraños eventos que afectan de manera negativa a la economía mundial.
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¿Qué significa el término Cisne verde?
De acuerdo con los autores del libro, Patrick Bolton, Morgan Despres, Luiz Pereira da Silva, Frédéric Samama y Romain Svartzma, el término Cisne verde se acuñó para estudiar los retos que enfrentan los bancos centrales, los reguladores y supervisores para identificar el impacto que el cambio climático tendrá en la economía mundial.
El concepto se refiere al gran impacto económico que pueden causar los fenómenos metereológicos extremos, pero no solo por los daño económicos que dejan en un lugar, sino por los efectos en el corto y mediano plazo en el crecimiento económico de un país.
El ejemplo más recurrente es el de un huracán, si este llega a devastar una zona no sólo causará pérdidas económicas por los daños en los inmuebles, sino que también impactará a la producción de la región, provocando un efecto cascada en la economía del país.
Un año después de la aparición del término, Agustín Carstens convocó a los integrantes de los bancos centrales a una reunión virtual para hablar del impacto del cambio climático en la economía y surgió así el Green Swan 2021, donde los banqueros coincidieron en que este fenómeno solo acelerará su impacto en la economía los próximos años.
Este 2022, el titular del BIS volvió a convocar a los banqueros para analizar el impacto del cambio climático por segunda ocasión y tratar de generar nuevas políticas que permitan a los bancos centrales evitar una catástrofe económica.
Aunque los autores del libro no dan una respuesta clara sobre este fenómeno, estiman que los bancos centrales “pueden coordinar las medidas para combatir el cambio climático”, a través de impulsar la transición energética y el desarrollo de nuevos mecanismo financieros.