La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) publicó este viernes el decreto por el que se declaró de utilidad pública a 231 terrenos que suman 5.3 millones de metros cuadrados de superficie para la construcción del Tren Maya en el norte y centro de Quintana Roo.
En un comunicado, la Sedatu precisó que se tiene acuerdos con el 70 por ciento de los propietarios para que el gobierno compre sus predios; mientras que el resto se encuentran en negociaciones o aún en busca a los dueños.
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"Esta Declaratoria de Utilidad únicamente señala las fracciones de los inmuebles que pueden ser utilizados para la construcción del proyecto y no implica en ningún momento expropiación inmediata", acotó.
Esta superficie se destinará para las obras correspondientes con los tramos 5 Norte, que construirá la Secretaría de la Defensa Nacional, y 5 Sur, a cargo de un consorcio liderado por una subsidiaria de Grupo México.
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La mayor parte de la tierra señalada corresponde con los municipios de Solidaridad, con 3.4 millones de metros cuadrados (m2), y Tulum con 1.5 millones de m2, de acuerdo con el decreto publicado este viernes en el Diario Oficial de la Federación.
El decreto señala que también se declaran de utilidad pública 40 predios del municipio de Puerto Morelos con 296 mil m2 y 2 más de Benito Juárez, donde se encuentra Cancún, con una superficie de 27 mil m2.
"Procédase a la ocupación inmediata de los predios involucrados, previo convenio con los dueños de éstos", señala el decreto expropiatorio.
Además, se establece que los propietarios cuentan con 15 días para cualquier aclaración en relación con estas tierras.
De los 231 terrenos, 103 carecen de una cuenta catastral, es decir, que no forman parte del inventario de la propiedad.
A principios de enero, el gobierno federal informó del cambio de trazo para estos dos tramos aun con obras iniciadas sobre la carretera 307, que conecta a Cancún con Chetumal, y en cuyo camellón se pretendía instalar el Tren Maya.
Sin embargo, empresarios hoteleros solicitaron el cambio por las afectaciones a la actividad económica y riesgo de afectar sus propiedades.
Para crear una ruta paralela por el interior del continente y más alejado de la playa, se contempló la compra de terrenos a hoteleros, inversionistas, ejidatarios y otros propietarios; decisión que según el anterior titular de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, ahorraría costos en la ejecución del Tren Maya.