El Tren Maya adquirirá entre 130 y 150 predios de hoteleros, inversionistas, empresarios y de 2 ejidos para obtener el derecho de vía a raíz del cambio de ruta anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador el miércoles.
La adquisición se realizará a propietarios de la zona hotelera de Riviera Maya, entre hoteleros, amigos de hoteleros, inversionistas y algunos ejidatarios de la región, detalló Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), encargado del proyecto.
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"Tenemos una relación de aproximadamente 150, un poco menos, 130 y tantos predios que pertenecen a 90 propietarios. Y ya estamos en contacto con la mayoría, y es ahí donde nos ayudó el sector privado", explicó.
"Hay hoteleros, hay amigos de hoteleros, inversionistas hoteleros que no quisiera inventar el nombre de sus hoteles, hay de todo. Son como 90 propietarios y la mayoría son terrenos grandes. Hay dos ejidos", detalló.
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En entrevista con Grupo Fórmula, Jiménez Pons resaltó que la decisión de desviar la obra y el paso del Tren Maya se dio porque los hoteleros de la región, afectados por el cierre de actividades por la pandemia de COVID-19, anticiparon mayores afectaciones a causa de la obstrucción del tránsito vehicular en la zona por la obra.
"Los hoteleros que sí son sensibles a estas broncas de tránsito propusieron '¿por qué no hacemos un cambio?'. (...) Este cambio está en principio aprobado, el presidente por eso hizo el llamado a ellos, ya habían mandado señales de que apoyarían, simplemente está confirmando esta alianza con ellos; porque es a partir de una solicitud del sector privado de esta región", comentó.
El cambio representa un ahorro al Tren Maya
De acuerdo con Jiménez Pons, la idea del trazo original de hacerlo sobre la carretera 307 que conecta Cancún con Chetumal se hizo porque el gobierno federal tenía ya el derecho de vía en ese espacio. Entonces, cuando la iniciativa privada propuso el cambio, la decisión se tomó en función de que pudiera representar un ahorro para la obra.
Ello porque si bien el derecho de vía de la carretera no tendría costo, las llamadas "obras inducidas", como mover líneas de media tensión, ductos de teléfono y gas, e incluso ajustar la misma carretera sí representarían una inversión.
"Si ustedes nos venden o nos facilitan adquirir ese derecho de vía a un precio accesible y fácil, por supuesto que nos cambiamos porque nos facilitan muchas cosas en términos de inversión. Que las obras inducidas cuestan; si las evitamos obviamente nos interesan porque nos tardamos menos y nos cuesta menos aunque compremos el derecho de vía, no es comparable ese costo con lo que nos ahorramos", comentó.
El director de Fonatur resaltó que el precio aún está en etapa de definición y que se estima que el ahorro sea de una tercera parte lo que costaría la ejecución de la obras inducidas.
"Es un estimado. Mínimo me ahorro la tercera parte de 3 mil millones, pero realmente no creo que se llegue a esa cifra; son cifras menores pero es un estimado de lo que nos estamos ahorrando tranquilamente son más de 3 mil millones, y si es una tercera o cuarta parte, pues más o menos", comentó.
En noviembre pasado, Fonatur reveló que tenían un retraso en la ejecución de la obra, mismo que podría recortarse con esta decisión. El plan es que el Tren Maya comience a operar a finales de 2023, en el último año de gobierno de AMLO.
En la última actualización del proyecto en septiembre de 2021, se estima que represente una inversión de 161 mil millones de pesos. Sin embargo, un mes después, el propio Jiménez Pons reconoció en el Senado que el costo se elevó en de 140 mila casi 200 mil millones de pesos.