Con la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) dada a conocer por el Inegi este lunes, se confirmaría que México está en recesión económica, lo que sería la segunda de la presente administración, sostuvo Francisco Gutiérrez, analista económico.
"Es el segundo trimestre consecutivo de caída, en el tercer trimestre fue de 0.4 por ciento, eso en términos generales, en la convención internacional es aceptado como recesión", explicó en entrevista para En los Tiempos de la Radio con Óscar Mario Beteta. "Estamos confirmando lo que esperábamos la gran mayoría de los economistas. Efectivamente el cuarto trimestre tenemos por segundo trimestre consecutivo un crecimiento negativo, ya lo veníamos viendo en la mayoría de los datos".
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Agregó que esta sería la segunda recesión del sexenio tras los resultados del último trimestre de 2019, así como el primero y segundo trimestre de 2020, con crecimiento negativo, con -1.3 por ciento, -0.8 por ciento y -17.8 por ciento respectivamente.
"Es una caída pequeña, de 0.1 por ciento; sin embargo, es una caída del cuarto trimestre comparado contra el tercero, así que el ritmo de caída anual es de casi 0.5 por ciento", agregó.
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Tras la caída del 8.2 por ciento de 2020, esto representaría un aumento de 5 por ciento, lo que es implicaría una recuperación parcial; pues aún seguiríamos alrededor de 3 por ciento abajo de las cifras prepandemia.
"Una vez que terminó ese rebote estadístico, vuelve a mostrar la realidad de la que veníamos en el 2019 que es una caída pequeña y continua en el PIB; que está básicamente dirigida por una caída en la inversión, en la producción industrial pero sobre todo en el sector servicios, que incluye el consumo", acotó.
Sobre las previsiones para 2022, pronosticó que el crecimiento será pequeño, de entre 1 y 2 por ciento en términos anuales; mientras que la recuperación se mantendrá de forma parcial en relación con 2019, el último año antes de la pandemia. Además consideró que la actividad económica se mantendrá con avances lentos, aunque con crecimientos en el sector primario y secundario.
Abundó que si bien la industria manufacturera ha tenido buen avance, otros sectores como la minería y la construcción han tenido complicaciones y con recuperaciones débiles.
En cuanto a servicios, expuso que el consumo ha tenido un crecimiento ligero pero de manera inconveniente y desordenada debido a la transferencia de impuestos a programas sociales.
"Eso es muy dañino porque si bien representa consumo de quienes se ven beneficiados, estos programas sociales no producen riqueza para el país, los impuestos no se transforman en infraestructura, hospitales, educación, escuelas, sino que se va directo a consumo y ese gasto es muy dañino", comentó.
A la par, el sector turismo sigue retrasado, en parte por el el lento avance de la vacunación de la población, que apenas alcanza al 57 por ciento del total, indicó.
"La caída en el 2019 y 2020 fue tan profunda que la recuperación en el 2021 y el 2022 no alcanza para regresarnos a esos niveles prepandemia", insistió.
Además, pronosticó que los estimados de crecimiento para este año se seguirán revisando a la baja, desde el actual rango de 1.5 a 2.5 por ciento.
El dato revisado del PIB se presentará el próximo 25 de febrero por parte del Inegi.
Focos rojos para la economía
Entre los factores de alerta que podrían afectar el crecimiento de este año están la pandemia de COVID-19, que se mantiene en activo; la eventual aprobación de la reforma eléctrica, que podría ahuyentar la inversión en el país.
"La aprobación de la reforma energética sería fatal para la economía mexicana; determinaría una contracción muy fuerte en la inversión y una desconfianza en las políticas públicas del gobierno", alertó.
Como tercer factor de riesgo consideró el crecimiento de las tasas de interés a nivel internacional y en el país por parte del Banco de México.
En tanto que enlistó que los impulsos de la economía para este año se encuentran en el crecimiento de la economía de Estados Unidos a través de las exportaciones y las remesas; el crecimiento de la economía en Europa, segundo socio comercial de México, lo que también alienta las exportaciones; y el papel de los partidos de oposición en el Congreso para contener medidas de política económica del gobierno, como la reforma eléctrica, así como evitar otros cambios eventuales al Instituto Nacional Electoral o el propio Inegi.