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¿Cuánto vale un burro? Este es su costo y los cuidados que debe tener

Los burros son usados desde hace siglos como un medio de transporte y de carga... en la actualidad corren riesgo de extinguirse.

Los burros deben tener una serie de cuidados para estar sanos; conoce cuáles son. Créditos: Cuartoscuro
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En México, los burros siempre han servido como un animal doméstico para labores de transporte y carga; inclusive, existen pueblos que sirven como santuarios para estos equinos en peligro de extinción. Pero alguna vez te has preguntado, ¿Cuánto vale un burro? A continuación te lo decimos y los cuidados que deben de tener.

Los burros son un mamífero más pequeño que un caballo, que tienen un pelo áspero y largo, por lo general, de color grisáceo, de acuerdo con el área de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En México, estos equinos se concentran en estados como Guanajuato, Oaxaca, Puebla, Querétaro y Veracruz.

¿Cuánto vale un burro en México?

El precio de un burro oscila entre los 6 mil y los 6 mil 500 pesos en México, por ejemplo: en Mercado Libre, un vendedor de Monterrey ofrece burritas y burritos a un costo de 6 mil 500 pesos. La UNAM afirma que estos equinos llegan a tener un costo de 6 mil pesos en comunidades de Oaxaca.

Ahora bien, un burro recién nacido llega a costar por lo menos 3 mil pesos, de acuerdo con anuncios publicados en páginas especializadas en Facebook. Los costos suelen elevarse cuando se trata de una hembra que está preñada o en el caso que de tenga crías recién nacidas.

De acuerdo con la UNAM, la demanda de burros se ha incrementado en los últimos años... aunque no por buenas razones: personas del Lejano Oriente los compran para hacer un supuesto remedio artesanal, el cual hacen con la piel de estos equinos y que recibe el nombre de 'ejiao', al que atribuyen propiedades contra la anemia y la tos severa.

¿Cuáles son los cuidados que debe de tener un burro?

Entre las recomendaciones que ofrecen expertos para la crianza y cuidados de un burro son las siguientes: ofrecerle pequeñas cantidades de alimento de manera frecuente, todos los cambios en la alimentación deben ser de manera gradual (al menos 14 días), adaptar la alimentación conforme al peso y la edad, afirma el blog de El Refugio del Burrito.

De igual modo se debe evitar que los alimentos del equino se encuentren mohosos o polvosos, aparte de que tenga agua limpia. La cama debe estar elaborada con paja o cebada para que le garantice una mejor comodidad, aunque si presenta problemas respiratorios debe estar libres de polvo y partículas.

Contrario a lo que pasa con otros animales de granja, los burros no deben ser esquilados, ya que tanto su pelo como su piel les ayudan a regular la temperatura corporal y como medio de defensa contra las moscas y/o mosquitos. El estiércol de los establos, potreros o áreas donde pasta debe ser recogido de modo frecuente.