¿Recuerdas al refresco KAS, que fue muy popular en la década de los años 90 y principios de los 2000? A continuación te contaremos qué fue de esa marca.
Ya sabemos que, según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), no es tan recomendable el consumo de las bebidas azucaradas y ultraprocesadas.
Sin embargo, ya te hemos dado algunos consejos para que una gaseosa recupere las burbujas cuando ya pasó un tiempo considerable de que se abrió.
En fin, volviendo al tema de este texto, si tienes memoria de lo ocurrido hace más de 20 años podrás tener en cuenta los comerciales que rondaban la televisión.
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Algunos audiovisuales promocionaban al refresco KAS de Toronja como la opción más refrescante para el paladar, sobre todo en los días de primavera y verano.
Este producto surgió en 1956 como una idea de los hermanos José María y Luis Knörr Elorza, quienes vivían en España y eran parte de una familia propietaria de la empresa ‘El As’ (que vendía cerveza y refrescos).
Un día los parientes tuvieron la idea de mezclar sus gaseosas con jugo de naranja, fue así como surgió un peculiar sabor. Fernando, otro de sus hermanos, les sugirió ponerle KAS a la nueva idea, en honor a la letra inicial de su apellido y para fusionar a la compañía que ya tenían (‘El As’).
El negocio comenzó a crecer en el mercado europeo y despertó el interés de poderosas cadenas, por lo que en la década de los 80 los Knörr Elorza vendieron parte de sus acciones al Banco Bilbao Vizcaya. Para 1992, la filial española de PepsiCo compró toda la empresa.
El refresco fue traído a México aproximadamente en 1994 y se le promocionó como una bebida de toronja ideal para mezclar con tequila. Desde entonces fue competencia de la Fresca de Coca Cola.
En 2006 cambió a KAS MAS, pero pese a la bomba publicitaria perdió mercado ante su poderoso rival. Ahora el refresco ya no se comercia en esa versión, pero sí en una de naranja.
¿Qué tan bueno es el refresco KAS, según Profeco?
El pasado mes de mayo, la Profeco realizó un estudio de calidad donde analizó 46 marcas. Ahí nos percatamos de la forma en la que se evaluó a la bebida creada por los hermanos José María y Luis Knörr Elorza.
El organismo mexicano no le dio el visto bueno a la bebida española, pues consideró que “dice tener intenso sabor a cítrico con gas” y eso no se demostró.
Por otra parte, se alertó a los consumidores de KAS porque no es un líquido apto para niños, tiene sorbato de potasio como conservador y contiene jarabe de maíz de alta fructosa.
Su precio promedio es de 23 pesos mexicanos; no contiene cafeína; tiene 4.9 gramos de azúcares totales por cada 100 mililitros, por lo que alcanza los 16.2 gramos por envase.
El rubro en el que Profeco le puso palomita al refresco KAS fue el del contenido neto, pues resultó acorde con el que se manifestó en la lata.
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