El universo es fascinante y gracias a la tecnología del Telescopio James Webb los humanos ya pudimos observar cómo se da la formación de astros y galaxias lejanas.
Desafortunadamente, con la urbanización de la época contemporánea también ocurre un fenómeno que impide que las estrellas se vean en las noches.
A esto se le conoce como contaminación lumínica, que no es otra cosa que el exceso de luz artificial en las horas en las que el Sol se mantiene oculto.
Para explicarte mejor, esto se refiere a la sobreexposición que los habitantes de un lugar tenemos al alumbrado público, a las luces de los edificios o de las casas, etcétera.
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De acuerdo con la revista National Geographic, “el ojo humano debería ser capaz de percibir sin ayuda aproximadamente 3 mil estrellas en una noche clara y oscura”.
Esto no ocurre ni de chiste en las ciudades y grandes complejos urbanizados, donde abunda la luz artificial durante las 24 horas del día y los siete días de la semana.
Así pues: no significa que las estrellas estén desapareciendo del cielo, en realidad siguen ahí pero ya no las podemos ver porque los agentes de nuestro entorno nos lo impiden.
¿Por qué a veces no se ven las estrellas?
Como ya mencionamos anteriormente, la contaminación lumínica es la responsable de que no se vean las estrellas en la noche. Pero el problema va más allá de que se impida la observación astronómica.
Con el exceso de luz artificial se alteran ciclos biológicos de animales y plantas, asimismo, se afectan los ciclos de sueño de los seres humanos.
La revista National Geographic explicó que “el programa Globe At Nigth de NoirLab y NSF ha estado recopilando datos sobre la visibilidad de las estrellas en el cielo nocturno desde el año 2006. Fue así que los científicos analizaron más de 50 mil observaciones realizadas entre los años 2011 y 2022”.
Lo que se encontró en esa investigación es que “el cielo nocturno había incrementado su brillo en la última década en un 9.6% al año, un aumento global muy superior al del 2% anual medido por los satélites”.
Esto ventiló que en realidad las mediciones de los satélites no fueron tan exactas a las realizadas con ayuda de la población, que vive en carne propia la contaminación lumínica.
Así que ya lo sabes: mientras no se regule la distribución de luz en los complejos urbanos, lo más probable es que cada vez sea menos posible ver las estrellas en las noches.
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