El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) define al bazo como el “órgano que forma parte del sistema linfático”.
El organismo sanitario expresa que su función es producir linfocitos, filtrar la sangre, almacenar células sanguíneas y destruir células sanguíneas viejas.
Durante una entrevista para el programa ‘Sale el Sol’, el doctor José Bandera explicó que se ubica del lado izquierdo del cuerpo, abajo del diafragma y de lado contrario al hígado.
“Cuando tienes una infección, el vaso es como si fuera un ganglio linfático gigantesco que manda células de defensa para combatir una infección”.
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“El bazo está lleno de vasos sanguíneos. Es un órgano altamente vascularizado, tiene una maraña de vasos sanguíneos adentro. Cuando pasa por ahí la sangre, el bazo dice: ‘tú sí’ o ‘tú no’. Los glóbulos rojos que están viejos, el bazo los echa para afuera”
El Centro Médico - Quirúrgico de Enfermedades Digestivas de España también detalló que “los centros germinales del órgano sintetizan los anticuerpos específicos conocidos como inmunoglobulinas”.
El bazo es un órgano no vital, en ese sentido, se puede vivir aunque haya necesidad de extirparlo por algún tipo de afectación en el estado de salud.
¿Cuándo hay que extirpar el bazo?
Hay que tener cuidado porque puede crecer en pacientes con cirrosis; partirse en accidentes o ‘secuestrar’ plaquetas. Un dato alarmante es que su tamaño puede incrementarse como síntoma de algunos tipos de cáncer.
“Si sientes una bola en el costado izquierdo y algo te duele, el bazo se asocia a cánceres del sistema linfático o del sistema hematológico (sanguíneo)”, comentó el médico José Bandera.
Cuando hay necesidad de extraerlo, el paciente es sometido a anestesia general y a un procedimiento médico denominado esplenectomía.
De acuerdo con el portal Medline Plus, hay varias razones por las que es necesario quitar este órgano no vital del cuerpo humano:
- Absceso o quiste en el bazo.
- Coágulo de sangre (trombosis) en los vasos sanguíneos del bazo.
- Cirrosis hepática.
- Enfermedades o trastornos de las células sanguíneas.
- Hiperesplenismo (bazo hiperactivo).
- Cáncer del sistema linfático, como enfermedad de Hodgkin.
- Leucemia.
- Otros tumores o cánceres que afectan el bazo.
- Anemia drepanocítica.
- Aneurisma de la arteria esplénica.
- Traumatismo al bazo.
Cada una de estas situaciones debe ser evaluada por un especialista, pues luego del retiro del órgano las personas se hacen más propensas a padecer infecciones.
Así que ya lo sabes: pese a su importancia para el sistema inmunológico y el sistema linfático, se puede vivir sin el bazo en el cuerpo humano.
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