Llegó la primavera y con ella el calor, lo que suele ser un ambiente propicio para la presencia de muchos insectos, entre ellos los molestos mosquitos.
Sin embargo, hay algunos que por más que parezcan amenazantes, en realidad son completamente inofensivos.
Entre ellos están las típulas, un nombre poco conocido entre nosotros pero cuya apariencia nos recuerda a los molestos zancudos que no dejan dormir, chupan la sangre a diestra y siniestra y dejan esas molestas ronchas.
Pero si ves un moquito gigante, ¡no lo mates! Puede tratarse sólo de una inofensiva típula, que por más que lo parezca, no es un mosquito y no te chupará la sangre. De hecho es muy necesario para la vida.
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Por más parecido que sea a un zancudo, este insecto puede llegar a medir hasta 10 centímetros, aunque su tamaño más común es de unos 6 centímetros, más grande que una moneda de 5 pesos. Normalmente al estar en reposo, mantienen las patas extendidas. Y aunque sean tan similares a los mosquitos, las típulas se alimentan de néctar de las flores y ayuda a polinizar las flores.
Por ello resultan inofensivos para los seres humanos, por lo que tampoco pueden representar una amenaza al transmitir alguna enfermedad. Lo preferible es que si tienes alguna duda o te parece molesta, lo mejor es que la saques de tu casa y la dejes en libertad.
A pesar de su enorme parecido con los molestos mosquitos que no te dejan dormir y que dejan esas molestas ronchas que no dejas de rascarte, las típulas en realidad son de la familia de las moscas.
¿Cómo distinguirlos de los mosquitos y zancudos?
A las típulas también se les conoce “moscas grulla” y una forma de distinguirlos es que sus alas están permanentemente desplegadas, a diferencia de los mosquitos, que cuando están paradas, tienen las alas sobre la espalda.
Otra forma de distinguir a las típulas de los mosquitos es la posición de las patas. Mientras que en el caso de las primas de las moscas, sus patas son largas y extendidas y parecen una estrella, la forma de los mosquitos zancudos es flexionada y más bien toman una forma alargada.
Además, a diferencia de las típulas, los mosquitos zancudos tienen un pico largo y fino, mismo que es el que utilizan para picarte y causarte esas molestas ronchas.
Así que ya lo sabes. No todos los mosquitos gigantes son malos, y si llegas a ver alguno, piensa dos veces antes de lanzarle un manotazo y acabar con su vida.