Nuevo León cuenta con muchos atractivos turísticos, entre ellos uno que despierta el interés de los adictos al misterio: se trata de la casa abandonada de la Huasteca.
Si te gustan las leyendas quizá también debas conocer la historia de cómo una borrachera dejó sin cabeza a un ferrocarrilero de Nazareno, Durango.
Pero volvamos al punto clave de esta nota, que es la mansión de tres pisos que actualmente luce en lo alto del parque la Huasteca, en el municipio de Santa Catarina, Nuevo León.
Esa construcción fue mandada a hacer en 1955 por el científico Eduardo Aguirre Pequeño, un destacado investigador que fundó la Facultad de Biología y de Agronomía de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
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La obra se terminó en 1960 y fue ocupada por el hombre y su familia, aunque se dice que el recinto era empleado para que el individuo experimentara con su propio cuerpo.
Y es que durante el tiempo en que se habitó salían gritos del inmueble, que hacían eco por estar en lo alto de la montaña y eso perturbaba a quienes alcanzaban a escuchar.
No es un secreto que Eduardo Aguirre Pequeño se autoinoculó la enfermedad del ‘Mal del Pinto’, con el objetivo de poder analizarla y entenderla más a fondo.
¿Por qué la mansión del científico se convirtió en la casa abandonada de la Huasteca?
Pese a ser una imponente construcción, y debido a todos los gastos que representó su hechura, resulta extraño que esa vivienda haya sido abandonada por sus habitantes.
“La construcción se encuentra muy cerca de un sitio conocido como ‘La cueva de la virgen’, la cual se encuentra entre dos picos que son considerados los más altos del Cañón de la Huasteca”, refirió el canal de YouTube de ABC Noticias.
“Es una construcción que se incrusta en la montaña. Es una casa de tres pisos de altura que tardó 5 años en ser construida y que fue propiedad del doctor Eduardo Aguirre Pequeño”, se refirió en el audiovisual del medio.
Ahora esa mansión no puede ser comprada ni vendida pues, durante la gubernatura de Jorge Treviño en Nuevo León (1979-1985), se expropiaron los terrenos de la Huasteca y eso incluyó la propiedad del científico.
Pero esa no es la razón principal por la que el recinto se convirtió en la casa abandonada de la Huasteca. En realidad Eduardo Aguirre Pequeño, quien supuestamente la usaba para experimentar consigo mismo, la deshabitó desde tiempo antes sin dar mayores explicaciones.
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