Uno de los temas que más han preocupado al ser humano desde el principio de los tiempos: es el amor. Por ello, hay que recordar que aunque actualmente se está a un click de distancia para encontrarlo, esta búsqueda entre desconocidos no es algo nuevo. Es algo que viene desde décadas anteriores al surgimiento del internet.
Y no, no todo está lleno del romanticismo de películas en las que hay trovas de amor bajo la ventana y peticiones para salir que quizá jamás veamos en vivo. En los años 40; por ejemplo, se utilizaban anuncios para buscar pareja y amigos.
Entre los textos se podían leer frases como: "Joven de 20 años, serio, amante de la buena música y la literatura, desea intercambio con mujer sincera y un poquito culta", "Joven aficionado a la música, viajes y fotografía solicita correspondencia con mujer de cualquier edad, que radique dentro del país y sea divertida y moderna", "Tapatías alegres buscan amistad con jóvenes de 24 abriles" "Estudiantes mujeres de 18 años buscan relación con jóvenes de 20 años, de mediana estatura y complexión. Absoluta seriedad".
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Tras esos mensajes, era común que comenzaran a enviarse cartas manuscritas si corrían con suerte, terminaban en encuentros en el cine con un chaperón, en bailes, junto a la familia, o incluso, en romerías de iglesias, al ritmo del romanticismo de los tríos de los años 40.
Durante esas reuniones, los futuros novios debían ser recatados, ya que las oportunidades de estar solos eran muy pocas: si faltaba la custodia del celoso padre, era reemplazado por la de algún hermano mayor.
Además sólo se aceptaba que el novio estuviera unos minutos en la puerta de casa al despedirse. Sin embargo, pese a que
algunas relaciones no eran permitidas por la familia, por factores económicos y compromisos políticos, hubo muchos amores que surgieron por correspondencia y terminaron en matrimonio, gracias al 'Tinder' de los 40.
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