Francisco I. Madero es considerado como uno de los héroes de la patria, debido a que fue una de las personas que impulsó un levantamiento armado en contra de Porfirio Díaz, quien llevaba 30 años en el poder. Previo a eso y durante su breve presidencia, Madero estuvo ligado al ocultismo y, se dice, que llegó a tener como asesor al expresidente Benito Juárez, quien falleció en 1872.
Madero empezó a tener sus primeros acercamientos con el espiritismo cuando tenía tan sólo 17 años y vivía en París, Francia, de acuerdo con el libro 'Los Brujos del Poder', escrito por el periodista José Gil Olmos. El futuro presidente de México conoció el trabajo de Allan Kardec -un pensador francés y uno de los precursores del espiritismo-, hecho que consideró como de trascendencia en su vida.
Para Kardec, el espiritismo trata de "la naturaleza, el origen y el porvenir de los espíritus, así como también de sus relaciones con el mudo corporal". Gracias a las 'enseñanzas' del pensador francés, Madero descubrió que tenía unas supuestas facultades para ser médium y tener conversaciones de ultratumba.
En un inicio, de acuerdo con una serie de cartas que escribió Madero, los espíritus le hablaban y el empezaba a redactar textos sobre temas como filosofía y política. Este acercamiento entre la figura revolucionaria y el ocultismo se mantuvo en secreto, para que no causara burla entre las personas.
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¿Cómo fue que Benito Juárez se convirtió en 'asesor' de Francisco I. Madero?
En 1908, dos años antes del inicio de la Revolución Mexicana y 36 años después de la muerte de Benito Juárez, Francisco I. Madero empezó a ser aconsejado por un espíritu del que sólo se conocen las iniciales B.J., aunque autores como José Natividad Rosales consideran que se trata del 'Benemérito de las Américas'.
El supuesto espíritu de Benito Juárez llegó a felicitar a Madero por tratar de recobrar "la libertad" en México y le auguró que tendría un triunfo "brillantísimo" y con consecuencias "incalculables" para la vida de México. Incluso, B.J. le llegó a decir que era parte de los espíritus que lo rodeaban, lo ayudaban y guiaban.
Como Benito Juárez le recomendó un "ataque frontal y vigoroso" en contra de Porfirio Díaz, el futuro presidente mexicano escribió 'La sucesión presidencial' en 1910, un texto de profundo carácter antirreeleccionista. Aunque el político tuvo que huir del país con rumbo a los Estados Unidos y consiguió sentarse en la silla presidencial hasta 1911.
Ya hemos dicho que el general Díaz le va a causar una impresión tremenda, le va a infundir verdadero pánico, y su pánico paralizará o desviará todos sus esfuerzos", vaticinó el espíritu de B. J. sobre el libro 'La sucesión presidencial'.
La investigadora Yolia Tortolero, de acuerdo con Gil Olmos, afirmó que las recomendaciones de B.J. tuvieron una gran influencia en las decisiones que tomó Madero durante su breve presidencia, además de que las sesiones espiritistas de 1900 a 1908 forjaron lo que a posteriori sería la gesta revolucionaria.
Durante su presidencia, Madero continuó con su afición al espiritismo e incluso público un libro llamado 'Manual Espírita', aunque lo hizo bajo el seudónimo Bhima, con la finalidad de ocultar la relación que tenía con esta pseudociencia y así no causar mofa entre la población, además de otros caudillos del movimiento.
La presidencia de Francisco I. Madero llegó a su punto final en febrero de 1913, cuando los generales Manuel Mondragón y Gregorio Ruiz lideraron un Golpe de Estado en su contra: el 18 de febrero, él y el vicepresidente José María Pino Suárez fueron detenidos, para ser fusilados cuatro días más tarde. Victoriano Huerta asumió como presidente de México y la Revolución Mexicana prosiguió de manera activa al menos cuatro años más.