Cultura

CULTURA

“Un Día con papá y dada”: el libro que California censuró por su temática LGBT+

Hay sitios en Estados Unidos en donde censuran libros de temática LGBT+ y de autores como Margaret Atwood o León Tolstoi.

En Florida no se venden libros de temática LGBT+.Créditos: Penguin Random House
Escrito en CULTURA el

¿Te han negado leer un libro porque tiene contenido de la comunidad LGBT+? Aunque no lo creas, en Estados Unidos aún hay censura.

Durante muchos años, la comunidad peleó no nada más por el respeto a sus derechos, también quiso mostrarle al mundo lo complicado, a través de historias, para que muchos fueran libres y tener las mismas oportunidades que otros.

Aunque en pleno 2024, no nada más las personas pelean por leer libros de escritores como Margaret Atwood o León Tolstoi y en California eso es imposible.

“Un Día con papá y dada”

Este es un libro infantil que ayuda no nada más a entender cómo es el día de una niña con sus dos papás.

Mientras que uno busca que Leonora haga las cosas en orden, otro las hace divertido, con mundos extraordinarios y personajes increíbles.

Y junto con su perra Ofelia, busca aventuras; a veces su jardín se convierte en un gigantesco mar o sueña con pulpos, pero lo mejor es que todo lo hace junto a sus dos padres y su perra.

Todavía existe la censura 

Los nervios siempre están ahí, presentes cuando José Ignacio Valenzuela “El Chascas” publica un libro, pero ahora tiene emociones encontradas porque “en Florida está censurado mi libro”.

“Tengo una mezcla de felicidad y de indignación, al mismo tiempo, que todavía no termina de ganar ninguna de las dos. Me da felicidad que el libro está en México, Chile y parte de Latinoamérica, pero, por otro lado, saber que, en mi casa, en el estado donde yo vivo, está censurado y me resulta terrorífico”, explicó.

Lo que más le asusta a José Ignacio es que “existan lugares, en el mundo, donde todavía se censuren libros por su contenido y su temática, eso me perturba muchísimo”.

Aunque en Estados Unidos se le reconozca como el país “de las libertades”, en Florida no lo es tanto. La cuestión aquí es que tanto José Valenzuela y su pareja han tenido que pelear, pero no nada más contra las leyes, sino también contra la vida misma.

Eso hace recordar que en esos años, cuando se conocieron, no había ley de matrimonio igualitario y menos adopción homoparental o conciencia de la diversidad.

“Nos tocó pelear desde ponernos en los seguros médicos, comprarnos una casa. Sabemos que el mundo es bastante hostil para las personas como nosotros, familias como las nuestras”.

En estos años han aprendido a luchar, gritar y a no quedarse callados. Incluso hasta protestar o dirigirse a Senadores o presidentes, cuando ha llegado el momento, así que no es nuevo para “El chascas” enfrentarse a situaciones de injusticia o falta de libertad.

Aun así, espera que esto no sea costumbre e incluso que ni siquiera tenga que acostumbrarse a esta situación de desigualdad y a la falta de libertades.

“Cada vez que hay una falta de libertades me indigno, grito y me duele como la primera vez. Lo que pasa es que, a estas alturas, de mi vida, ya sé cómo hacerlo. Parte de mis superpoderes, uno de los superpoderes es la literatura”.

José Ignacio sabe que puede llegar a muchas personas con su literatura y hasta “iluminar” zonas que para otros está oculta, “hay personas que no conocen realmente lo que es la vida de una familia homoparental”.

A muchos no les interesa, para otros es aberrante y es a esa gente a la que le gustaría llegar con este libro y desarticular prejuicios.

Con este libro José Ignacio busca mostrar lo que en realidad sucede con las familias homoparentales y eso es mostrar que Leonora se siente la niña más querida del mundo, “que yo creo que es como todo niño debería irse a dormir en las noches y esa para mí es la definición de familia”.

“Ese cliché de la familia que nos han tratado de imponer toda la vida, a estas alturas, es casi minoría. Entonces, ¿por qué no voy a poder contar yo de estas otras familias?”.

Lo que quiere es que los niños se diviertan, aprendan y se rían con las aventuras de esta niña y sus papás.

“Los niños y niñas de familias homoparentales, por primera vez, se van a poder reconocer en un texto que se parece a ellos y eso es una obligación de la literatura, ofrecer un espejo para que otros se puedan mirar y digan; hay un niño o niña parecido a mí, no estoy solo en el mundo”, finaliza.