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Señorita Lechuga enseña a las mujeres que el amor propio es lo más importante de uno mismo

La señorita Lechuga es un personaje que se puede encontrar en redes sociales y que siempre viene acompañada de frases para las mujeres.

Señorita Lechuga brinda un nuevo enfoque para que la mujer resista en el mundo y no se vea amenazada.Créditos: Planeta
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Desde que empezó en redes sociales, Señorita Lechuga tuvo un propósito que era hablarle a las mujeres. A partir de ese momento, se convirtió en una amiga más.

Con el transcurso de los años, esa amiga se fortaleció mucho más y ahora uno la puede encontrar no solo en redes, sino en libro, pues sus consejos ayudan a que las mujeres tengan un momento para sí mismas y entiendan que el amor propio las hace más fuertes.

Caminemos juntas

Si no conoces a Señorita Lechuga, no te preocupes. “Caminemos juntas” (Planeta) es una introducción perfecta para que después la agregues a sus redes sociales y así conozcan el mensaje que busca darle a todas las mujeres.

Porque no nada más habla del amor propio, lo retoma y explica, discute y brinda un nuevo enfoque para que la mujer, que lea este libro, resista en el mundo y no se vea amenazada.

Se puede tropezar una, dos o tres veces, pero con el paso del tiempo aprende y se levanta. Ahí es donde uno mantiene esa resiliencia y aprende en qué momento debe correr, caminar o detenerse.

En la travesía del amor propio

Señorita Lechuga inició hace 10 años y a partir de ese entonces, Yolanda Morales (autora del libro) confesó que la creó para contar “lo que yo estaba viviendo en una relación”.

“Yo no me quería mostrar. Cuando te muestras te vulneras, en ocasiones. Eso pensaba hace 10 años y ahora no pienso lo mismo”, explica a Radio Fórmula.

Con el paso del tiempo y en su andar por su trabajo periodístico, conoció a Andrea Chavarín (ilustradora) quien fue ella la que puso rostro a Señorita Lechuga.

Al principio, dibujó muchos elementos como lechugas y un sinfín de cosas, pero su hermana fue la que brindó esa inspiración y así colocárselo a Señorita Lechuga.

“El personaje tiene su propia vida, su propio personaje, ella decide, es libre porque no es ni Natalia, ni Andrea, ni Yolanda. Es un personaje que ya tomó vida propia”, comentó Yolanda.

Aunque uno de los elementos que van a encontrar los lectores, en cada uno de los temas, es dar la vuelta en “U”. Eso es atreverse, a dar ese impulso y no quedarse callado.

“El libro tiene un movimiento implícito, el personaje está cayendo, pero vuela. Está retomando las direcciones y lo que hacemos en las viñetas, es que a través del amor propio estamos cuestionando la norma y estamos creando un personaje que se mueve o cuestiona estas líneas que han marcado a la mujer de lo que debemos de hacer o a dónde ir”, comenta Andrea.

Es así como cada lector va a encontrar su propio camino para saber lo que quiere decir la Señorita Lechuga y saber lo que significa dar vuelta en “U”, pueden irse incluso en línea recta o seguir recto.

“Las fronteras son para cruzarse y eso hace también la señorita lechuga. La frontera la tenemos dentro y la estamos rompiendo y ella la rompe mejor que nosotras. Luego, no es línea recta y también nos enseña eso que a veces vas en un camino recto y tienes que dar la vuelta en “U”, pero no significa un retroceso, significa que estoy abriendo un nuevo camino”.

Los temas que aborda la Señorita Lechuga son propios que mantiene a una mujer en duda, porque siempre se dice que si regresas está mal, pero aquí uno entiende que “es un nuevo camino”, ella tiene las herramientas y “eso es lo que queremos compartir”.

“En el miedo podemos tomarnos un tiempo de pensar por qué lo tenemos y en ese pensar podemos decidir quedarnos, pero ¿qué estoy dejando? Y si me arriesgo ¿qué gano? Por suerte, el libro tiene varias herramientas”, comenta Andrea.

“El libro tiene un consejo y esos consejos que Yolanda y yo platicamos, los mandamos con especialistas para que todo estuviera perfecto. No hay una palabra que sobre y esos consejos son los que quisimos darle a nuestro público. Tener acceso a una amiga. Hay personas que tienen buenos consejeros, pero no todos y algunos los encuentran con un libro”, finaliza.