Con cabeza cilíndrica y pesadas dimensiones de 90 centímetros de largo y 80 de alto que alcanzan los 200 kilos, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dio a conocer el pasado lunes 4 de septiembre que se había encontrado un Chac Mool en una obra constructiva de Pátzcuaro, Michoacán.
El hallazgo de este Chac Mool es particular en el contexto michoacano, donde no se han encontrado tantos de estos ejemplares y se suma al resto de los hallazgos cuya interpretación e identidad es un misterio.
La escultura, cuya temporalidad se asocia al Posclásico Tardío (1350-1521 d.C.), fue encontrada por trabajadores de la construcción por puro azar y representa un hallazgo importante primero porque no es usual encontrar creaciones artísticas precolombinas de tales dimensiones en el occidente de México y porque es la primera efigie de este tipo que "se localiza en contexto" en Pátzcuaro.
El INAH informó que alrededor del Chac Mool de Pátzcuaro no se han encontrado materiales arqueológicos asociados con la efigie, por lo que los especialistas tienen la hipótesis de que fue removida de un emplazamiento original cercano y hallada en el relleno constructivo del pueblo de Pátzcuaro.
Te podría interesar
Previamente se encontró otro chacmool, en Ihuatzio, Michoacán, adquirida por el etnólogo noruego Carl Lumholtz que actualmente se expone en el Museo Americano de Historia Natural de la ciudad de Nueva York.
En Michoacán, se tienen otras tres piezas conocidas como los chacmool de Ihuatzio, dos excavados en 1908 y actualmente bajo exhibición en el Museo Nacional de Antropología y otro en el Museo Regional Michoacano, en donde se exhibe un tercero, ubicado por Alfonso Caso y Jorge Acosta, en 1938.
Existe uno más en los acervos del Museo Nacional de Antropología, con una cédula que reporta que proviene de Pátzcuaro, pero cuyo contexto es desconocido.
El misterio de los chacmool
Se conoce como chacmools a efigies que representan a personajes masculinos recostados en sus espaldas o costados, con las cabezas generalmente erguidas hacia un costado.
Sin embargo, la disputa sobre si su origen temporal se remonta al periodo Clásico, Epiclásico o Posclasico Temprano y la interrogante sobre si provienen del Centro de México, de territorios mayas o incluso del norte mesoamericano han sido sólo una parte del misterio alrededor de estas conocidas esculturas.
De acuerdo con el historiador mexicano Alfredo López Austin y el arqueólogo Leonardo López Luján, "las varias docenas de esculturas descubiertas desde Michoacán hasta El Salvador presentan una inusitada variabilidad".
Estas variabilidad van desde la dirección en la que miran los rostros (izquierda, derecha, arriba o con cabeza movible); si el abdomen al mismo nivel de las rodillas o hundido, las bases sobre las que yacen (lisas o decoradas); o si tienen o carecen de losas ceremoniales sobre el vientre y la forma de éstas (planas, abultadas, rectangulares, circulares, lisas o decoradas.
Los rasgos de los chacmool pueden ser realistas o abstractos; y sus indumentaria e insignias son sumamente disímiles entre sí pues algunos están casi desnudos y otros con atavíos ricos y saturados de símbolos.
"Las tradiciones de Tula y Chichen Itzá divergen enormemente de la michoacana donde un grupo de imágenes representa a un anciano de rostro arrugado, casi desnudo y con el pene erecto", refieren los arqueólogos.
De acuerdo con los investigadores, todas estas características diferentes en la forma constituyen el misterio para interpretar quién o quiénes son estos Chac Mool.