En 1944, un mexicano fue capturado y trasladado a uno de los grandes campos de concentración de Buchenwald, Alemania, en plena Segunda Guerra Mundial.
Ante ello, Julio Godínez logró obtener información de este mexicano y además contactó a su hijo para sentarse a tomar un café y hablar sobre José Luis Salazar.
Por esa razón, el autor de “El mexicano de Buchenwald” (Planeta) brindó a Radio Fórmula una entrevista donde compartió cómo fue la ardua recopilación de la investigación sobre el mexicano que estuvo en uno de los campos de concentración.
¿Quién es José Luis Salazar?
Julio Godín tuvo curiosidad de la historia de José Luis Salazar (o Joseph Salazar) cuando leyó los datos publicados en Proceso. Fue entonces que se dedicó a investigar más sobre aquellos mexicanos en la época de la Segunda Guerra Mundial.
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En la Ficha de Registro que está en el libro menciona que José Luis Salazar ingresó al campo de concentración de Buchenwald el 19 de enero de 1944. Al ingresar le asignan el número de preso 40113 y le colocan una M adentro de un triángulo invertido.
Y seguro te preguntarás, ¿por qué siendo un mexicano llegó hasta Alemania? Pues entre los archivos de la Biblioteca Nacional de Francia y del Memorial de Buchenwald se puede leer que nació en Guadalajara, pero “participa en la Guerra Civil española como un miembro activo, un soldado”.
“Escapa de España cuando gana Franco. Se va a África y ahí es cuando él adopta la nacionalidad mexicana como una forma de sobrevivencia y así regresa a Francia, esperando irse a México”.
Al llegar la Segunda Guerra Mundial se suma a la Resistencia francesa “porque no podía hacer más” y ahí es donde lo capturan los Nazis, lo llevan a un campo de tránsito y lo trasladan a este campo de Buchenwald.
Un esperado encuentro con la familia de José Luis Salazar
En el 2017 salieron a la luz archivos que revelaron nombres de personas implicadas en los campos de concentración, el cual tenía información referente a edades, nacionalidades y a dónde fueron deportadas estas personas.
Aquí hizo una acotación importante Julio Godínez, porque en la Segunda Guerra Mundial muchas personas decían que eran de otras nacionalidades para poder sobrevivir, pero en el caso de José Luis sí se encontraron documentos.
“Son archivos que están en constante alimentación para que la gente y familiares puedan consultar información sobre sus antepasados”, mencionó Julio Godínez.
El autor se refiere a José Luis como un personaje “epopéyico, porque tiene muchos tintes de héroes”.
“La construcción del personaje es muy natural. Traté de respetar mucho ese espíritu, de los muchachos tenían en la década de los treinta y cuarenta, cuando están inmiscuidos en estos conflictos”.
Los archivos históricos, el trabajo de investigación y reporteril, ayudó a que Julio se encontrara con el hijo de José Luis Salazar, el cual se citaron en Marsella, en 2014, en un café del puerto del mediterráneo en donde “pude perfilar a su padre” y quien a su vez la viuda le entregó varias fotografías.
“Conversamos acerca de su padre porque yo quería descifrar eso, descifrar a la persona, el muchacho que trasciende por estas dos guerras y que sobrevive”.
Entre el tiempo que solicitó los archivos, en conseguir una cita con el hijo de José Luis Salazar y entre sus viajes a París y Alemania, Julio Godínez tardó en concluir esta investigación dos años y un año para hacer el primer borrador.
Esta novela de valor y supervivencia no nada más muestra el drama que vivió el mexicano que estuvo preso en los campos de concentración, en Buchenwald, el libro “busca reflexionar sobre a qué estamos dispuestos a hacer con tal de sobrevivir”.