Durante el gobierno de Porfirio Díaz, entre 1876 y 1910, México experimentó un breve periodo de paz, crecimiento económico y el aumento de la clase alta, lo que llevó a que surgieran establecimientos enfocados en ese sector de la población como restaurantes y hoteles, ¿pero cuál fue la primera tienda departamental del país? Esta es su historia.
En el Centro Histórico de la Ciudad de México, específicamente en la calle 16 de Septiembre -que en aquella época era conocida como Tlapaleros- fue inaugurada la primera tienda departamental, aquello fue un 2 de septiembre de 1899 y en el magno evento estuvo presente el presidente Porfirio Díaz: este lugar se llamó el Centro Mercantil.
¿Cómo fue el Centro Mercantil, la primera tienda departamental de México?
Los periódicos de la época, como El Diario del Hogar o El Imparcial, relataron que a la inauguración del Centro Mercantil acudieron "las más familias más respetables y distinguidas de la buena sociedad". A las 17:30 de la tarde de ese 2 de septiembre, todos los departamentos se llenaron por una multitud de clientes.
De acuerdo con los afiches publicitarios, el Centro Comercial vendió "lindos sombreros de las principales casas de París", así como "calzado francés y americano para señoras, caballeros y niños". Tuvieron un catálogo para blusas, corsés, lencería y otros productos confeccionados, "los mejores surtidos de la capital", fue uno de sus eslóganes.
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Cosas que vendían en la primera tienda departamental de México:
- Ropa
- Muebles
- Bonetería
- Perfumería
- Mantelería
En su primer día de operaciones, José de Teresa Miranda entregó mil boletos a las personas desfavorecidas de la capital, para que acudieran al Centro Mercantil y recibieran cortes de percal, una tela de algodón y por lo general blanca, que era usada para elaborar prendas infantiles, de acuerdo con Relatos e Historias en México.
¿Y qué pasó con el Centro Mercantil, primera tienda departamental de México?
El Centro Mercantil fue propiedad de Sebastián Robert, propietario de un cajón de telas -precursores de los grandes almacenes- que se quemó durante un incendio en la Ciudad de México, de acuerdo con información del acervo histórico del Palacio de Minería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La Revolución Mexicana y la inestabilidad del México posrevolucionario no cerraron las puertas del Centro Mercantil, ya que continuó como una tienda departamental de referencia hasta 1958. En aquella época, el recinto era propiedad de la familia Saba y estuvo sin actividad durante 10 años, incluso se pensó en demolerlo.
La belleza del edificio estilo Art Nouveau, creado por el ingeniero Daniel Garza, hizo que el lugar fuera acondicionado para convertirse en el Gran Hotel de la Ciudad de México a partir de 1968. Fue así como terminó la historia del Centro Mercantil, una tienda departamental que reunió a la clase alta y otros personajes del siglo XX.