Si uno quisiera saber cómo eran las calles de la Ciudad de México a principios del siglo XX, entonces les recomiendo que lean esta novela de José Mariano Leyva.
Aunque los lectores se van a enfrentar a un ambiente muy oscuro, unas calles que llevan a mirar lo extraño y a su vez misterios que van a apoderarse de la imaginación del lector y aquellos que gusta de los thrillers.
Los Monstruos de México
La historia enseña no nada más lo que se vivía a principios el siglo XX, sino también demuestra que en las calles hay cualquier tipo de personas.
Es ahí en donde el frenólogo Servando de Lizardo busca respuestas en un México y a través de sus métodos, su mayor complicación es que el país no está preparado para un científico y su pensamiento, pues hay tratos que no deberían de realizarse en muchos de los pacientes.
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Ante el asesinato de una mujer, Servando recorrerá las calles y estudiará a las personas, porque lo sorprendente no es que encuentren a alguien sin vida, pero lo que causa terror es que no le den la importancia.
Un thriller apegado a la realidad
Para que pudiera finalizar este libro, José Mariano Leyva tardó 15 años para concluirla, pero hoy en día uno ya puede adentrarse a “Lo que los monstruos nos hicieron” (Grijalbo narrativa).
“Al ser historiador y escritor era inevitable la idea de tener una novela histórica. En algún momento me la planteé, la escribí, avancé bastante”, pero hubo cambios.
El inicio del libro es muy fuerte y José Mariano lo sabe. El escritor confesó a Radio Fórmula que el final iba a ser igual de violento.
“Ya tenía planeada en mi mente (el final del libro), pero luego me pasó algo: nació mi primera hija y entonces ya no se me hizo buena idea”, aclaró.
En ese momento dejó a un lado la historia para dedicarse a otros proyectos. Pasaron los años y retomó muy bien la trama de Servando y así fue cómo logró llegar al final del laberinto.
“Es más compleja, me pude centrar más en Servando de Lizardi, me metí a los circos de fenómenos, me dio chance de hacer investigación y quedó más redonda. Se fue enriqueciendo”.
Pero algo que uno puede darse cuenta en la trama de la historia es a los grandes y antiguos acervos que hay en el país y más en esta época que es el porfiriato.
Años en donde los doctores encerraban en manicomios, a hombres, mujeres, menores, personas con síndrome de Down, psicópatas, sociópatas y más.
Solo que lo que más le interesaba a José Mariano era responderse ¿cómo era el mundo respecto a la parte científica?
“El arranque de la ciencia, para dolor de muchos especialistas de México, es muy oscuro. Las fronteras éticas y morales son tremendamente oscura y ese es uno de los grandes temas de la novela”.
La investigación médica y científica todavía no había una “hiper especialización”, razón por lo que “los espiritistas se metían con ciencia, escritores recuperaban la ciencia desde su punto de vista, empiezan a volar por todos lados las ideas de Sigmund Freud y a algunos se les hacía excéntrico, unos se preguntaban ¿cómo puede ser eso medicina?”
Conforme avanza la novela, uno puede descubrir que Servando tiene un método obsesivo y eso lo muestra José Mariano porque en aquellos años, en México no se ponía en prueba.
La novela es la muestra de la deshumanización que hubo y que hay, donde la gente “no tiene reparos” y José Mariano Leyva, director de la Biblioteca Vasconcelos y la Biblioteca México, da una cita de “Jack el destripador” en donde lo explica: “El siglo XX va a ser mi siglo”.